Las abejas son capaces de tomar en consideración las relaciones entre objetos así como conceptos abstractos, un privilegio que se creía reservado a cerebros como los de los mamíferos, revela un estudio del Centro Nacional de Investigación Científica francés (CNRS).

El hecho de que las abejas puedan utilizar simultáneamente dos ideas abstractas es un resultado “completamente inesperado” que pone en entredicho el supuesto de que “la elaboración de un saber conceptual” necesita un cerebro del tamaño del de los mamíferos, como el ser humano, recalcan los investigadores en este estudio publicado por la revista estadounidense PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences).

En su vida cotidiana, el ser humano utiliza los conceptos que relacionan a objetos diferentes echando mano de sistemas relacionales del tipo: “igual”, “diferente”, “más que”, “por encima de”.

El equipo del profesor Martin Giurfa (CNRS) de la universidad Toulouse III Paul Sabatier, demostró que las abejas también eran “capaces de generar y luego manipular conceptos para acceder a una fuente de alimento”.

“Lo notorio”, precisó el profesor contactado por teléfono, “es que incluso pueden utilizar dos conceptos distintos para tomar una decisión frente a una situación nueva”.

Las abejas demostraron que pueden acceder a agua azucarada (su recompensa) o a un líquido agrio (castigo) mediante dos orificios colocados entre unas imágenes que iban variando de posición. Se servían para ello de las nociones “por encima de” o “al lado de”, que asociaban con la recompensa o el castigo.

“Al cabo de unos treinta intentos las abejas reconocían sin equivocarse la relación que las guiaría hacia el agua azucarada”, incluso “cuando se utilizaban imágenes que no habían visto nunca”, explicó el profesor Giurfa.

Por otro lado, según los investigadores, la experiencia puso de relieve que las abejas ignoraban los estímulos realizados con imágenes idénticas, “lo que demuestra que además de los conceptos ‘encima, debajo y al lado’ manipulaban simultáneamente el concepto de ‘diferencia’ para tomar su decisión”.

“Esta capacidad, que se creía propia de los seres humanos y de algunos primates, demuestra que los análisis cognitivos sofisticados son posibles en ausencia de lenguaje y pese a una arquitectura neural en miniatura”, concluyen.

Esta investigación, asegura el CNRS en un comunicado, “pone en entredicho muchas teorías en ámbitos como la cognición animal, la psicología humana, las neurociencias y la inteligencia artificial”.