Luciano Benetton, fundador con sus hermanos y su hermana del grupo textil del mismo nombre hace 47 años, va a dejar el próximo martes en manos de su hijo Alessandro y actual vicepresidente las riendas de la compañía, anunció el domingo en una entrevista al diario Corriere della Sera.

“El timón pasa a manos de mi hijo Alessandro que se convertirá en presidente. Después de una carrera que ha durado 47 años, dejo el martes mis funciones en la empresa fundada con mis hermanos y mi hermana”, explicó Benetton, que pese a que pronto cumplirá 77 años mantiene su imagen juvenil con su cabello largo y sus pequeños lentes redondos.

Para dirigir la firma convertida en casi medio siglo de historia en un gigante con más de 6.000 tiendas en 120 países, Luciano Benetton estima que su heredero necesitará “sobre todo mucha pasión”. Según él, Alessandro Benetton, de 48 años, ha demostrado que no carece de ella en estos dos últimos años como vicepresidente del grupo.

El grupo de ropa, penalizado por la subida de las materias primas, en particular el algodón, y la crisis que azota a Europa del sur, anunció a mediados de marzo resultados en 2011 en neta baja –una caída del 28,3% del beneficio neto a 73 millones de euros y un descenso de las ventas del 1% a 2.032 millones–.

Benetton es consciente de que no le deja una tarea fácil a su hijo, pero éste “ha demostrado en su actividad como emprendedor al crear 21Investimenti (sociedad de capital-riesgo) que no es del tipo que arroja la toalla. Según el industrial, “los momentos difíciles son los mejores para asumir riesgos”.

“El desafío sigue siendo el mismo: hacer, imaginar, innovar, es lo que tiene que hacer un emprendedor”, dice Benetton.

En Italia faltan hoy “ganas para crecer, sorprender al mundo”, dice, mientras que para su grupo, abrir una tienda en Irán al tiempo que apoya a los artistas iraníes disidentes tiene “un fuerte significado (…) pese a las complicaciones políticas que ello entraña.

“Tenía sentido que en Sarajevo fuéramos una de los pocas tiendas abiertas durante la guerra como lo tiene hoy en Rusia o en India y no se trata de utilizar sin escrúpulos la comunicación”, agregó Benetton, conocido por sus provocadoras campañas publicitarias, que le han llevado en más de una ocasión a los tribunales.