Desde 2005 a la fecha que el abogado Manuel Calderón dice tener que cancelar elevadas cuentas de energía eléctrica, además de verse en la obligación de solventar los gastos en que ha incurrido para intentar calefaccionar su casa, vecina del Centro Cultural o Casa de la Cultura de Traiguén.

Un indeseable e inesperado vecino que –según el citado jurista- le ha acarreado una serie de sinsabores, pero de los cuales dice estar a punto de solucionar. Todo gracias a lo dictaminado por la propia Ley.

Calderón por estos días ha reabierto uno de los más bullados litigios que mantiene en vilo a la comuna y que lo tiene enfrentado con la municipalidad de Traiguén, hoy bajo la administración del alcalde Rigoberto Osses Ponce- pero que se arrastra desde los tiempos del ex alcalde Luis Álvarez- y que tiene relación con la polémica construcción del Centro Cultural o casa de la cultura de esta ciudad.

Imponente y moderno inmueble que se ubica a un costado de la casa habitación del citado abogado y que otrora fue fuese el sitio exacto en donde residiese el destacado escritor y periodista chileno Luis Durand Durand, tal como lo delata una placa ubicada sobre el antejardín de la casa de Calderón, todo un sitio histórico para los traigueninos.

“Este caso se inició el año 2005. Aquí la municipalidad de Traiguén construyó –el centro cultural- sin respetar ni la rasante ni la distancia. Para lo cual la ley de de construcción y urbanismo, así como la ordenanza municipal del mismo tenor indican que para el primero de los casos debe respetar los 4.60 metros, en consecuencia que edificaron a tan solo 30 centímetros de mi propiedad” explicó Calderón.

Sumó a sus dichos que “acá no se consideraron los 70 grados de la diagonal para poder construir, por lo que desde antes de las 11 de la mañana y durante todo el día yo debo estar utilizando alumbrado eléctrico para iluminar mi casa, para ningún ser humano esto es racional y atenta en contra de mi calidad de vida, ya que mi hogar pasa en penumbras todo el año y más encima con total humedad y frío” recalcó el jurista, quien señaló que la resolución del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo (Minvu), ya remitió los antecedentes a la propia Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de la Novena Región.

“Dicha resolución decreta que la actual casa de la cultura debe ser demolida en 18 metros lineales desde la calle hacia su interior y respetar la rasante, es decir los 4.60 metros desde el limite de mi propiedad que hoy está a tan solo 30 cm” aclaró Manuel Calderón, quien insistió que la demora en todo esto se debe a que el municipio ha demorado tal decreto.

“La actual administración municipal ha recurrido por medio de recursos de reposición, pero el tribunal de Traiguén ya decretó extemporánea dicha petición; en tanto la propia Corte de Apelaciones lo declaró inadmisible, por lo que ya no existe otra ni ninguna otra instancia para que el fallo de demolición se haga efectivo” justificó el abogado, quien añadió que “Esto se solucionó el pasado 28 de marzo de 2012. Ya que el Minvu –mediante la Seremi de la IX Región- le ordenó al director del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) de la Región –Daniel Schmidt- para que continúe con el trámite de la demolición” espetó el afectado, quien dice estar muy tranquilo ya que solo se ha ajustado a Derecho en todo este caso.