Mitt Romney arrasó en las primarias republicanas de este domingo en el territorio estadounidense de Puerto Rico, que no revisten especial significación en la carrera hacia la nominación partidaria para las elecciones presidenciales de noviembre.

Escrutados la totalidad de los sufragios tarde en la noche del domingo, el exgobernador de Massachusetts obtuvo el 83,4%, seguido muy de lejos por Rick Santorum, con 7,7%, Newt Gingrich, con 2%, y Ron Paul, con 1,1, según informó la Comisión Electoral de Estados Unidos,

Romney, que llegó a la isla el viernes, clamó victoria y dijo que los portorriqueños desean un presidente con experiencia en la creación de empleos.

En esta primaria están en juegoe20 delegados -más tres “superdelegados” que no se someten a elección-, pero los residentes de la isla, si bien son ciudadanos de Estados Unidos por una ley de 1917, no tienen derecho a votar en las elecciones presidenciales que se realizarán el 6 de noviembre de este año y en las que Barack Obama busca la reelección.

Sin embargo, los electores portorriqueños han sido fuertemente cortejados por los cuatro postulantes, en parte porque la votación de los hispanos en Estados Unidos es vista como crucial para el resultado de las elecciones.

Un aspirante necesita 1.144 delegados para convertirse en el candidato presidencial del partido.

Hasta ahora el moderado Romney había logrado 496 delegados, seguido por el cristiano conservador Santorum, con 236, Gingrich con 141 y Paul con 66.

Romney y Santorum dieron un tono distinto a la campaña, junto al poco conocido aspirante Fred Karger, al venir a esta isla de 3,8 millones de habitantes a arengar a sus seguidores en un gesto inédito en la historia del estado libre asociado a Estados Unidos.

“Anne (Romney) y yo vinimos a Puerto Rico a hacer campaña, a hablarles, a pedirles su apoyo. Hemos aprendido de ustedes escuchándolos”, dijo el multimillonario ex gobernador de Massachusetts en un mitin el sábado en San Juan antes de abandonar la isla caribeña.

Los reñidos resultados en las primarias realizadas en Estados Unidos motivaron la campaña por la primaria en Puerto Rico, un proceso que continuará en Illinois el martes y Luisiana el sábado.

La hija del conservador Newt Gingrich, Kathy Gingrich Lubbers, también visitó la isla mientras Ron Paul se abstuvo de hacer campaña.

Romney contó con el apoyo del gobernador Luis Fortuño, a favor de la anexión de la isla como estado 51 de Estados Unidos y promotor de un referéndum no vinculante que se realizará el mismo día de las elecciones presidenciales.

“Si las personas en Puerto Rico así lo deciden, yo estaría feliz de trabajar por eso en Washington”, dijo el moderado Romney ante un grupo de simpatizantes en la Plaza del Mercado en Bayamón.

Los puertorriqueños también votan el domingo en primarias locales de los partidos Nuevo Progresista (PNP) y Popular Democrático (PPD).

Santorum se reunió con Fortuño y empresarios entre el miércoles y jueves, pero su esfuerzo por conseguir votos se truncó al afirmar que “el inglés ha de ser el idioma principal”, en la isla de habla hispana.

Tras encender la polémica, el jueves aclaró que se refería a que los puertorriqueños debían dominar el inglés “para tener más oportunidades” de progreso, y a su llegada a Estados Unidos indicó que había sido malinterpretado.

En Puerto Rico el inglés y el español son las lenguas oficiales mientras Estados Unidos como país no tiene definida una lengua oficial.

Romney dijo que no era necesario cambiar el estatuto de la lengua en la isla para convertirse en estado.

Con una tasa de desempleo de 15% y cinco años de recesión, Romney prometió a los puertorriqueños liberar la economía de la isla y cambiar las políticas de Washington que a su juicio impiden el progreso de los puertorriqueños.