El gobierno de México reiteró este martes su rechazo a la legalización de las drogas, luego de que el presidente guatemalteco, Otto Pérez, planteara que esa alternativa reduciría la violencia en la región.

La libre disposición de la droga “incrementaría exponencialmente la violencia en la familia, en los vecinos, en la comunidad”, afirmó el secretario de Gobernación (Interior), Alejandro Poiré, en un foro sobre el tema convocado por organizaciones civiles.

El lunes Pérez afirmó que los gobiernos de Latinoamérica y Estados Unidos deberían debatir la despenalización del consumo de drogas, para reducir la ola de violencia que afecta al continente.

Poiré defendió la política de combate a las drogas en México para lo cual se han desplegado a más de 50.000 militares, una estrategia criticada por activistas que han documentado violaciones a los derechos humanos cometidas por las fuerzas castrenses y denuncian que ésta sólo ha aumentado la violencia en el país.

El funcionario aseguró que además del componente militar, la estrategia gubernamental se ha enfocado en la prevención del consumo de drogas y como ejemplo mencionó el programa Oportunidades, que da dinero a las familias pobres por cada hijo que vaya a la escuela.

Dijo que ese programa se ha focalizado en “esas zonas urbanas donde el fenómeno de las drogas es potencialmente más dañino, las zonas urbanas marginadas”.

Más de 50.000 personas han muerto en México desde hace cinco años cuando el gobierno ordenó el despliegue militar contra los carteles.

Esa cifra de muertos incluye a víctimas de pugnas entre delincuentes y en las operaciones para perseguirlos, pero también a civiles ajenos al crimen organizado.