Estados Unidos dijo el miércoles que esperaba trabajar con Corea del Norte tras el duelo por la muerte del líder Kim Jong-il, y confirmó que se había contactado con el régimen de Pyongyang por teléfono.

Pese a que la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, fue cautelosa a la hora de referirse a la futura diplomacia hacia Corea del Norte, dijo que Washington esperaba reanudar el diálogo sobre una posible ayuda alimentaria estadounidense al empobrecido estado comunista.

“Obviamente, queremos seguir trabajando sobre estos temas”, dijo Nuland a los periodistas, en alusión a esa asistencia.

“Dejamos en claro a la República Popular Democrática de Corea que aún información, y que también apreciamos que este no es el momento en Pyongyang para dar nuevas instrucciones hasta que termine el duelo”, dijo la vocera, utilizando el nombre oficial de Corea del Norte.

Funcionarios estadounidenses y norcoreanos sostuvieron conversaciones la semana pasada en Pekín sobre la factibilidad de una ayuda alimentaria al país comunista, que ha estado presionando durante meses por asistencia para aliviar lo que los grupos humanitarios extranjeros consideran una severa hambruna.

Se esperaba que el Departamento de Estado tomara una decisión a partir del pasado lunes, pero las reuniones se vieron dominadas por la noticia de la muerte de Kim Jong-il el fin de semana, quien fue sucedido por su poco conocido hijo Kim Jong-un.

Nuland dijo que Estados Unidos y Corea del Norte volvieron a contactarse el lunes por teléfono a través de la misión de Pyongyang en la sede de la ONU en Nueva York, el canal de comunicación usual entre ambos gobiernos, que carecen de relaciones diplomáticas.

La portavoz dijo que la llamada telefónica, que se produjo tras la muerte de Kim, pretendió buscar más información para ayudar a Estados Unidos a decidir si ofrecer la asistencia alimentaria, o programar nuevas conversaciones con Corea del Norte.

“Obviamente, dada la situación en Corea del Norte, la gente del otro lado del teléfono no tenía nuevas instrucciones”, dijo Nuland.

“Así que desde nuestra perspectiva, queremos ser respetuosos del período de duelo, pero la pelota está en la cancha de Corea del Norte”, dijo.

Estados Unidos ha insistido que la ayuda alimentaria es un tema humanitario divorciado de la política, pero también ha subrayado que no reiniciará conversaciones formales hasta que Pyongyang vuelva a comprometerse con los acuerdos alcanzados para poner fin a su programa nuclear.