Científicos en Estados Unidos probaron que ciertos peces de agua dulce son excelentes ratas de laboratorio para investigar el sorprendente poder de los “desinformados” en la toma de decisiones grupales, lo cual parece demostrar que los ignorantes favorecen la democracia.

Gracias a estos peces, científicos de la Universidad de Princeton en Nueva Jersey (este) concluyeron que los individuos a los que no les importa mucho el resultado de una situación dada pueden diluir la influencia de una poderosa minoría que de otra manera dominaría.

Las conclusiones de su estudio, titulado “Los individuos sin formación promueven el consenso democrático en grupos animales”, son publicadas en la edición de este viernes de la revista Science.

Así, estas carpitas doradas o sardinillas (Notemigonus crysoleucas), que de otro modo colgarían de un anzuelo como cebo, permitieron probar que las personas apolíticas, cuando son presionadas para tomar una decisión, evitarán la opinión de la minoría, sin importar cuán inteligente, agudo o estridente sea su punto de vista.

“Los peces proporcionan un sistema a pequeña escala muy conveniente, donde muestran dinámicas colectivas realmente fantásticas”, dijo el principal investigador del estudio, Iain Couzin, del departamento de ecología y biología ambiental de Princeton.

“Son muy fáciles de entrenar y desarrollan fuertes preferencias”, dijo el profesor de origen escocés, quien añadió que estos peces son además “un buen modelo biológico de consenso en la toma de decisiones”.

El suministro de las carpitas -comúnes en todo el este de América del Norte- estuvo a cargo de la Granja de Carpitas de Lonoke, Arkansas (centro), donde reproducen, literalmente, miles de millones de estos peces al año para utilizarlos como cebo.

En un laboratorio de Princeton, un grupo de peces fue entrenado para asociar el color azul con un premio de comida.

Otro grupo, más pequeño, fue entrenado para hacer lo mismo pero con el color amarillo, que es el que las carpitas prefieren a cualquier otro cuando están en su hábitat natural.

Al poner a los dos grupos juntos, los científicos hallaron que la minoría llevaba la voz cantante a la hora de decidir a qué color se dirigía todo el cardumen a recoger su recompensa.

Según los investigadores, esto se debe a que los “sentimientos” de la minoría eran más fuertes que los del resto del grupo. Si las preferencias de ambos subgrupos tuvieran la misma carga emotiva, la decisión hubiera sido tomada por la mayoría.

Pero las cosas cambiaron cuando unos pocos peces sin entrenamiento, que representan lo que Couzin y su equipo llaman el segmento de los “desinformados” del ámbito de los peces, esto es, sin preferencia por un color u otro, se sumaron al grupo.

“A medida que añadimos ‘individuos desinformados’ en el proceso, volvimos a darle el control del grupo a la mayoría”, dijo a la AFP Couzin en una entrevista telefónica.

“Las personas desinformadas espontáneamente apoyan la opinión de la mayoría y reducen efectivamente las diferencias de intransigencia entre los dos subgrupos”.

Al introducir el resultado en modelos matemáticos y simulaciones por computadora, los investigadores hallaron un paralelismo con el comportamiento humano, que cambió supuestos comunes sobre el poder de las minorías que se pronuncian abiertamente.

“Normalmente suponemos que un grupo muy obstinado y enérgico va a influir en todo el mundo”, dijo Donald Saari, de la Universidad de California, citado en un comunicado de prensa de Princeton. “Lo que tenemos aquí es algo muy diferente”.

En un contexto político, esto podría explicar porqué a un candidato de línea dura o de un partido extremista le podría ir bien en una elección primaria, pero fracasaría cuando los votantes “desinformados” voten en masa en las elecciones generales.

“Los individuos desinformados efectivamente impulsan una salida democrática”, dijo Couzin, aunque dijo que hay límites, como quedó de manifiesto en la pecera.

“Al añadir ‘individuos desinformados’ eventualmente reina el ‘ruido’ (confusión)”, dijo. En ese momento, no se comparte con eficacia información de ningún tipo y todo el grupo empieza a tomar decisiones al azar.