Una recopilación de reportes de prensa, científicos, ONGs y Sernapesca realizada por el investigador de la UNAB, Alejandro Simeone, mostró que durante ese periodo se han producido 37 episodios en que las aves marinas quedan atrapadas en las redes de pesca. Esta problemática afecta tanto al pingüino de Humboldt y al de Magallanes.

La localidad de Queule, ubicada en la costa de la Araucanía, fue el escenario de la mortandad de pingüinos más grande de la que se tiene registro en el último tiempo: alrededor de 1.380 pingüinos magallánicos aparecieron muertos en la playa. Un estudio publicado en 2009 constató que los pingüinos muertos tenían marcas y abrasiones en sus patas, lo cual indicaría que las aves tuvieron contacto y se enredaron en redes de pesca.

Este es el caso más emblemático, pero no el único. Entre los años 2005 y 2010 se han producido al menos 37 episodios de enmallamiento de pingüinos, según una recopilación realizada por el Dr. Alejandro Simeone, director del Departamento de Ecología y Biodiversidad de la U. Andrés Bello. El investigador recurrió a publicaciones de prensa, reportes de pares científicos, ONGs y documentación del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca).

Los eventos se produjeron entre el norte de Chañaral y el norte de Ancud, en una extensión de 1.780 km de costa. La mayoría de ellos se concentra entre Valparaíso y Concepción, aunque los que provocan más muertes se ubican hacia el sur. En total, estos enmallamientos cobraron la vida de dos mil pingüinos. En el 70% de los casos se registró la muerte de entre 1 y 10 aves, en el 24% se produjo la muerte de entre 11 y 100 pingüinos y en el restante 6% se registraron volúmenes de muerte mayores.

El 54% de los enmallamientos se concentraron entre los meses de marzo y julio “Eso coincide sobre todo con la migración del pingüino de Magallanes que a partir de marzo comienzan a migrar desde las colonias del sur hacia el norte y llegan hasta Perú”, explica Alejandro Simeone. En esos meses también se concentra la mayor cantidad de muertes de pingüinos por estas causas.

La especie más afectada por esta causa es el pingüino magallánico (Spheniscus magellanicus), que se encuentra en categoría casi amenazada según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (UICN). La otra especie afectada es el pingüino de Humbodlt (Spheniscus humboldti), considerada como una especie vulnerable según la UICN y cuya población estimada en Chile alcanza los 35 mil ejemplares. “Las redes de pesca son importantes amenazas para aquellas aves que obtienen su alimento buceando como los pingüinos”, explica Simeone.

En todo caso, el investigador explica que los resultados de esta revisión sólo muestran “la punta del problema”, el cual podría ser mucho más profundo y provocar la muerte de un volumen mayor de pingüinos, cuyos cuerpos se hunden en el mar y no pueden ser registrados.