Continúa sumando apoyo la protesta de la comunidad de la Escuela Ángel Gustavo Rojas, luego de que el Presidente de los Decanos de Educación de Chile criticara las políticas de la Municipalidad de Concepción respecto al cierre de establecimientos. En tanto, también surgieron voces que acusan a las autoridades penquistas de buscar el término de la educación municipal.

Las movilizaciones continúan, nuevamente, con la instalación de carteles en el ingreso a la Escuela Ángel Gustavo Rojas, una de las que según el Padem 2012 debería cerrar.

Lo anterior queda efectivamente en condicional, porque hasta ahora la comunidad educativa no tiene claridad de lo que va a ocurrir.

Se supone que el Plan Anual establecía el fin del establecimiento, pero nuevas voces hablan de fusión con la escuela Irene Frei, lo que sí es una posibilidad válida en el recinto.

Por eso la Directora de la nombrada escuela, María Isabel Matamala, insistió en que se requiere que de una vez por todas las autoridades hablen con claridad respecto al futuro del establecimiento.

En tanto, de visita en la zona, el Presidente de los Decanos de Educación de las Universidades del Consejo de Rectores de Chile, Abelardo Castro, insistió en que el cierre de escuelas municipales es una mala política que reduce la posibilidad de práctica de estudiantes y que generará nuevos problemas que se esperaban superados.

La oposición es general: parte desde la dirección y continúa con los apoderados que siguen con la toma, el cuerpo de profesores, los alumnos y representantes de la comunidad, como el presidente del Comité Pro Desarrollo de Barrio Norte, Juan Polizzi.

Discurso que ya había sido expresado unas horas antes cuando un grupo de adherentes del Partido Radical llegaron hasta la Plaza Independencia, portando tres cruces de madera que representaban los establecimientos que cerrarán.

Una situación que es producto de una mala gestión, según el Vicepresidente Regional de los Radicales, Augusto Parra.

Posteriormente, los radicales portaron las cruces y las dejaron en el ingreso de la Municipalidad de Concepción, como una forma de demostrar su molestia ante un tema que seguirá dando que hablar.