La coordinadora de la ayuda humanitaria de la ONU, Valerie Amos, llamó el jueves a mantener la asistencia a Haití y destacó que perdura la crisis provocada por el terremoto de enero del año pasado.

Amos, jefa de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), aseguró durante una misión de evaluación de dos días en Haití que las 600.000 personas que todavía vien en en los campos de refugiados necesitan con urgencia alimentos básicos, agua, asistencia sanitaria y servicios de alojamiento.

“Visité los campos y vi en persona las difíciles condiciones. Me informaron del deterioro significativo de las condiciones higiénicas y sanitarias a raíz de la marcha de muchas ONG que se quedaron sin dinero”, declaró a la prensa.

La crisis humanitaria se vio agravada por una epidemia de cólera que causó 5.000 muertos, la inseguridad alimentaria que padecen 4,5 millones de personas y una activa temporada de huracanes que ha destrozado casas y cultivos.

“Está claro que aquí en Haití todavía hay necesidades significativas no cubiertas de agua y sanidad, la inseguridad alimentaria persiste y, por supuesto, el país es vulnerable a nuevos brotes de cólera y a los recurrentes desastres naturales”, enumeró.

Amos alertó que aunque Haití ha hecho progresos desde que el terremoto de enero de 2010 arrasó la capital, mató a más de 225.000 personas y dejó a uno de cada siete habitantes sin hogar, “hay que hacer muchos más”.