La cantidad de muertes en las prisiones sirias aumentó de “manera alarmante” en 2011 con respecto a los años anteriores, según un informe publicado el martes por Amnistía Internacional.

La organización registró “88 casos de fallecimientos de prisioneros, que fueron detenidos en el marco de la represión contra las manifestaciones de protesta, y ello únicamente para el periodo del 1 de abril al 15 de agosto”. Los 88 fallecidos en prisión son de sexo masculino. Entre ellos figuran 10 niños de entre 13 y 18 años.

En al menos 52 casos, Amnistía Internacional declara que dispone de suficientes elementos como para pensar que “actos de tortura o maltratos condujeron o contribuyeron en los fallecimientos”.

Amnistía registró los nombres de al menos 1.800 personas muertas desde el comienzo de la represión.

Durante los años anteriores hubo cinco muertes por año en las prisiones sirias.

“Un tal aumento de las muertes no puede ser una coincidencia, parece ser la expresión de la misma violencia brutal que se expresa a diario en las calles sirias”, declaró Reto Rufer, responsable para Medio Oriente de la sección suiza de Amnistía Internacional.

Amnistía Internacional estudió 45 vídeos tomados por allegados o militantes de los derechos humanos luego de que los cadáveres de las víctimas fuesen entregados a sus familias. Veinte de esos vídeos fueron analizados por expertos de medicina forense.

Los cuerpos de los cadáveres presentaban rastros de golpes violentos, quemaduras y cortes.

La organización, que se refiere a “crímenes contra la humanidad”, lanzó un llamado de urgencia al Consejo de Seguridad de la ONU para que condene la violencia y comisione a la Corte Penal Internacional para iniciar una investigación en Siria.

Para Amnistía “la reacción del Consejo de Seguridad de la ONU fue totalmente insuficiente hasta ahora”, y citó la oposición de China, Rusia, India, Brasil y Sudáfrica a una acción fuerte contra el régimen sirio.