La canciller alemana, Angela Merkel, quiere implicar al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (CJUE) en la crisis de la deuda, y se opone a la concesión de garantías económicas para la ayuda que se concede a Grecia, según diputados cristianodemócratas.

En una reunión con los diputados conservadores de su partido, la Unión Demócrata Cristiana, el martes por la noche, consagrada a los planes de ayuda europeos para los países fuertemente endeudados, como Grecia, Merkel abogó por que la Unión Europea redoble la vigilancia de los presupuestos nacionales.

En caso de que se incumplan las reglas de los déficits públicos y de las deudas públicas, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea podría exigir a los Estados que los revisen para conformarse al pacto de estabilidad, propuso Merkel según estos diputados de su mismo partido.

La canciller también reiteró sus críticas al trato de favor exigido por Finlandia, que quiere garantías a cambio de contribuir al paquete de ayuda a Grecia.

“No creo que haya que comprometerse sobre esta vía”, dijo, según participantes en la reunión. La canciller fue apoyada por su ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble y varios diputados.

El martes, la ministra de Trabajo alemana, Ursula von der Leyen, del mismo partido de Merkel, aseguró que las futuras ayudas a los países europeos que proprocione el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) deben estar acompañadas de garantías como las reservas de oro o participacines industriales.

La reunión del martes estuvo consagrada a las decisiones adoptadas en la cumbre europea del 21 de julio: una nueva ayuda a Grecia, con participación de inversores privdas, así como la ampliación de las comptencias del FEEF, que en el futuro podrá comprar títulos de la deuda en los mercados secundarios.

Esas decisiones entrarán en vigor cuando sean aprobadas por los Parlamentos de los países de la Eurozona. En el caso alemán, la votación está prevista para el 23 de septiembre.