Agentes de la Policía Judicial de Costa Rica detuvieron este miércoles a diez guardas penitenciarios, sospechosos de participar en el asesinato de un reo el pasado 22 de mayo en el centro penal La Reforma, unos 20 km al norte de San José.

El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ, Policía), Jorge Rojas, detalló que los funcionarios fueron capturados en una escuela de capacitación del Ministerio de Justicia, adonde habían sido convocados para un curso. Hace dos semanas había sido detenido otro oficial penitenciario, con lo que el número de involucrados se eleva a once.

El pasado 22 de mayo apareció muerto en su celda de máxima seguridad el recluso Johel Araya, quien once días antes había encabezado un motín con motivo de un intento de fuga en el que murieron tres personas, un guarda penitenciario y dos reos amotinados.

Posteriormente, el servicio forense del Poder Judicial determinó que Araya había muerto a consecuencia de varias golpizas, lo que dio inicio a las investigaciones.

Rojas dijo que los detenidos son parte de un grupo de al menos 20 oficiales que están siendo investigados por tomar parte en prácticas de castigo físico y tortura contra reos de ese centro penal.

El intento de fuga en La Reforma, el 11 de mayo anterior, estuvo rodeado de circunstancias que sugieren la complicidad de funcionarios, como que los presos tuvieran armas de fuego y las llaves de una significativa cantidad de celdas.