La jefa del PS francés, Martine Aubry, apodada la “Merkel de izquierda”, lanzó el martes desde Lille (norte) su candidatura a las internas partidarias con miras a las presidenciales francesas de 2012, en las que el PS intentará evitar un segundo mandato del conservador Nicolas Sarkozy.

“He decidido proponer mi candidatura a la elección presidencial”, afirmó Aubry, de 60 años, desde una antigua estación de trenes convertida en centro cultural de Lille, ciudad de la que es alcaldesa desde 2001, antes de que estallaran los aplausos de sus seguidores.

“Quiero que Francia recupere su fuerza, su serenidad, su unidad. Quiero que cada uno vuelva a confiar en el futuro y en un destino conjunto”, afirmó Aubry, hija del ex presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, durante una intervención breve y sobria.

Sin citar expresamente a Sarkozy, que podría ser su rival en 2012, Aubry habló de los “desórdenes” que según ella “sufre” Francia dirigida por “un poder encerrado en sus certezas (que) quiso tocar todo y no solucionó nada” y que lleva adelante “una política injusta en beneficio exclusivo de los más privilegiados”.

“Lo digo tal como lo pienso: no se puede innovar, crear, curar, educar y someter sus necesidades vitales solamente a las leyes del mercado”, sostuvo Aubry, ex ministra de Empleo e impulsora de la semana laboral de 35 horas.

La dirigente socialista defendió un “nuevo modelo económico, social y ecológico” y afirmó que Europa “es mi combate de toda la vida”. También abogó por que Francia “recupere su lugar en el mundo y su voz sea escuchada”.

Aubry, que desde noviembre de 2008 dirige el Partido Socialista francés, victorioso desde entonces en elecciones regionales y cantonales, anunció su candidatura a las internas partidarias del 9 y 16 de octubre venideros, justo el día en que se abre el plazo para presentar candidaturas, que cerrará el 13 de julio.

Cualquier elector podrá participar en las internas, en las que el PS confía en lograr la participación de un millón de personas.

“Tenemos que atrevernos a llevar la democracia hasta el final”, sostuvo Aubry al defender esa consulta partidaria que “será el gran soplo democrático que tanto necesita nuestro país”.

Sarkozy considera a la dirigente socialista “arcaica” y “sectaria”.

Sin embargo, según la prensa francesa, el partido en el poder, la Unión por un Movimiento Popular (UMP, derecha) “teme” a las primarias socialistas y por eso inició semanas atrás una fuerte campaña en su contra.

Así, el jefe de fila de la UMP afirmó que esas internas permitirán crear un “gigantesco fichero político” y el ministro del Interior, Claude Gueant, pidió al PS que se comprometa a destruir los padrones al cabo de las internas.

“Sabemos lo que es la libertad individual y no tenemos ninguna lección que recibir”, respondió tajante Aubry, que en las internas enfrentará a su predecesor, Francois Hollande, y a la ex candidata a la presidencia en 2007, Ségolène Royal, entre otros.

A partir de ahora, Aubry, que demoró el anuncio de una candidatura que no era dada por segura y que fue precipitada por la desaparición del mapa político de Dominique Strauss Kahn, acusado de intento de violación por la justicia estadounidense, intentará revertir los sondeos que le otorgan el 34% de los votos detrás de Hollande (43%) aunque muy por delante de Royal (9%).

“Francia atraviesa horas difíciles. Estoy decidida a luchar con todas mis fuerzas (…) Creo que no hay más hermoso combate y más noble misión”, afirmó la jefa de la oposición socialista, hija de una vasco-francesa.

Casada con un abogado, madre de Clementine y amante del arte y la cocina, Martine Aubry puso fin el martes al suspenso: “con vuestro apoyo y vuestra confianza, hoy asumo ante ustedes el compromiso de la victoria en 2012″, exclamó la dirigente socialista.