Defcon, el gran encuentro anual de los virtuosos de la informática de todo tipo, y que actúan de manera más o menos legal, abrirá sus puertas este año a los niños de 8 a 16 años, en una edición que se desarrollará en agosto en Las Vegas (Nevada,oeste de EEUU).

“Los hackers (piratas informáticos) envejecen y tienen hijos”, explica Joe Grand, alias “Kingpin”, un asiduo de Defcon, quien recibirá a los participantes en el evento con pases hechos de circuitos informáticos que pueden ser “hackeados” para usarlos como radios u otros aparatos.

Grand, de 35 años, se acuerda de su propia adolescencia, cuando sus conocimientos de electrónica le permitían llamar por teléfono gratis pero también le costaron un arresto “por una historia de informática” de la que prefiere no hablar.

“Estaba aterrorizado y no había nadie para guiarme”, explica Grand, que propondrá cursos de manipulación de material en el “Defcon Kids”, previsto el 6 y 7 de agosto.

“Está bien poder ser un mentor para niños que se sientan excluidos en el colegio porque tienen un talento que no es popular o que los demás chicos no entienden”, añade.

El propio hijo de “Kingpin”, de dos años y medio, tiene su espacio en el laboratorio de su padre, y parece impaciente por poder jugar con los circuitos electrónicos.

Pero esta iniciativa no suscita unanimidad. Algunos piensan que Defcon será un lugar para aprender técnicas ilegales, violar mecanismos de protección y obtener información confidencial.

“Todo el mundo está escandalizado con la idea de que se enseñe a los niños a ser malhechores, pero no es cierto”, asegura Chris Hadnagy, que imparte formación profesional para ayudar a las empresas a protegerse de la piratería y dirige el sitio internet social-engineer.org.

“Internet es un caldo de cultivo para los depredadores y, no dejarse atrapar, es lo que quiero que mis chicos aprendan cuando alguien trate de manipularlos, ya sea por la presión resentida en niños de la misma edad o de un adulto malintencionado”.

Para Hadnagy y los otros organizadores de Defcon Kids, es evidente que en un mundo en el que los niños están rodeados de la tecnología es mejor guiarlos y encontrarles un lugar en el que puedan probar sus conocimientos con toda seguridad y legalidad”.

Para la ocasión, Hadnagy a organizado una búsqueda del tesoro en la que habrá que descifrar los indicios, forzar protecciones e interpretar expresiones faciales y corporales.

Desde los inicios del Defcon en 1993, numerosos ex piratas se han convertido en expertos en seguridad informática que ayudan a empresas y particulares a defenderse de ciberataques, empezando por el fundador del salón Jeff Moss, alias Dark Tangent (tangente oscura), que trabaja en un consejo de seguridad de la nación dependiente de la Casa Blanca.

Christofer Hoff, un joven padre que prevé aprender en Defcon Kids como forzar mecanismos de protección, creó el año pasado un campamento de vacaciones, “HacKids”, tras ver preguntarse a colegas especialistas de la seguridad informática cómo hacer a los niños adictos a las ciencias y las matemáticas.

“Si enseñamos a un niño a prender una cerilla ¿significa eso que se va a convertir en un pirómano?”, pregunta Hoof.

“He aprendido sobre ordenadores y he hecho cosas divertidas como catapultas y luchas con pistolas de malvaviscos”, cuenta su hija de diez años, Chloe. “Fue realmente genial entender como funcionan las cosas”.