Arranca el tercer torneo del Gran Slam del año. Y parte el más famoso de todos, el que los tenistas de antaño preferían más que ninguno. Hoy las cosas han cambiado, los otros certámenes similares al Abierto de Inglaterra se modernizaron y le han jerarquizado la vida a sus actores con instalaciones de primer nivel, estadios ultramodernos, atención privilegiada a los más de 250 tenistas entre damas y caballeros que suelen concurrir a buscar su minuto de gloria a estos torneos, verdaderos campeonatos mundiales de tenis.

Entonces los y las jugadoras han diversificado sus gustos: “Australia es bárbaro porque nos atienden muy bien: Roland Garros, bueno, es Paris; y el Us Open, claro, Nueva York los partidos de noche, Broadway, las compras…”. Y Wimbledon… “si es especial por la atmósfera, porque se respira el tenis por todas partes, pero también es una superficie complicada a la que no todos nos acostumbramos…” suele escucharse especialmente de parte de los tenistas sudamericanos.

Y precisamente, más allá de la batalla que volverán a librar por el número 1 del mundo Rafael Nadal y Novak Djokovic sobre el verde césped (la primera semana, nada más; la segunda comienza a pelarse y se asemeja al área chica de una cancha de fútbol, mitad tierra mitad pasto…) de las canchas del All England, con el arbitraje del suizo Roger Federer (otra vez podría encontrarse con Novak Djokovic en la semifinal, coincidiendo con Roland Garros) quien además juega por su récord aparte, como es conseguir su séptimo abierto de Inglaterra (sería histórico), hacemos un punto y aparte en la presencia de los jugadores de nuestra región.

Una delegación latinoamericana raleada, con apenas 11 representantes, entre ellos, claro está, Fernando González, quien vuelve a jugar por un torneo del Gran Slam.

Seis jugadores argentinos, Juan Martín del Potro, David Nalbandian, Juan Ignacio Chela, Juan Mónaco, Carlos Berlocq y Maxi González (ganador de la Cachantun Cup en marzo pasado en el Club Providencia); dos brasileños, Thomaz Bellucci y Ricardo Mello; dos colombianos, Alejandro Falla y Santiago Giraldo y un chileno, el ya mencionado Bombardero de La Reina.

Poco, muy poco. Pero es lo que hay en este tiempo de ATP 2011. Faltan más figuras, más jugadores, más presencia, como en la década anterior, cuando eran figuras Gustavo Kuerten, Guillermo Coria, el propio Nalbandian, Gastón Gaudio, Nicolás Massú, Nicolás Lapentti Agustín Calleri, Mariano Zabaleta, Fernando González, Fernando Meligeni, más Juan Ignacio Chela (todavía vigente, cuarto finalista en Roland Garros 2011), el incipiente Juan Martín del Potro y la aparición de Juan Mónaco.

Había campeones del Gran Slam (Kuerten y Gaudio) campeones olímpicos (Massú y González), finalistas de torneos del Gran Slam (Nalbandian en Wimbledon 2002; Coria en Roland Garros 2004 y Fernando González en Australia 2007) y campeones de torneos de ATP.

Mucha diferencia con la casi escuálida presencia para esta ocasión, en la que claramente sobresale Del Potro, único ganador de un grande (el us Open 2009). Porque Nalbandian está retornando de una operación doble (aductores) y no juega oficialmente desde marzo; porque Fernando González casi como que está retomando la raqueta, después de una larga etapa sin jugar y en la parte culminante de su carrera.

El resto de la legión, entre luces y sombras. Y por si fuera poco, 5 de ellos no las tendrán consigo en el debut. El colombiano Santiago Giraldo jugará con el francés Richard Gasquet (17) el elegante galo del muy buen revés a una mano: Juan Mónaco con Mikhail Yousnhy (18), el talentoso pero irregular ruso; el colombiano Alejandro Falla con el zurdo austriaco Jurgen Melzer (11) en el mejor momento de su carrera, Máximo González con el también talentoso serbio Víctor Troicki (13) y Fernando González con una de las revelaciones del año, el ucraniano Alex Dolgopolov (22), el jugador que de niño jugaba con su compatriota Andrei Medvedev, al que entrenaba su padre y dueño de golpes indescifrables, pero repletos de efectividad y espectacularidad.

El inicio para Juan Martín del Potro(24) es más liviano: enfrentará a un tenista proveniente de la clasificación y en su proyección podría vislumbrarse un partido con Rafael Nadal (1) en la cuarta ronda; David Nalbandian (28) ante el alemán Julián Reisler; Juan Ignacio Chela (25) con un tenista salido de la clasificación; Thomaz Bellucci (30) ante el veterano alemán Rainer Schutler y su compatriota Ricardo Mello ante otro clasificado.

Los sudamericanos, como siempre, enfrentándose en Wimbledon a dos rivales: el que jugará con ellos y el césped, materia pocas veces aprobada a lo largo de la historia del centenario certamen londinense.

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