El papa Benedicto XVI anunció que enviará “un emisario para la reconciliación y la paz” a Costa de Marfil, país sacudido por una crisis postelectoral, que según la ONU dejó al menos 460 muertos y cerca de un millón de personas desplazadas, indicó este miércoles el Vaticano.

El anuncio fue hecho por el mismo Papa durante la audiencia general de los miércoles.

“Desde hace mucho tiempo pienso con frecuencia en la población de Costa de Marfil, traumatizada por dolorosas luchas internas y graves tensiones sociales y políticas”, dijo el Papa.

El enviado del pontífice será el cardenal ghanés Peter Kodwo Turkson, presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz.

“Manifiesto mi cercanía a todos aquellos que han perdido un ser querido y que sufren por la violencia. Hago un llamado fuerte para que se inicie lo más rápido posible un proceso de diálogo constructivo a favor del bien común”, dijo ante los miles de peregrinos reunidos en la tradicional audiencia semanal.

“No se deben ahorrar esfuerzos para que se restablezca el respeto y la convivencia pacífica”, clamó Benedicto XVI.

Las fuerzas leales a Alassane Ouattara, el presidente marfileño reconocido por la comunidad internacional, lanzaron el lunes una gran ofensiva militar contra los seguidores del mandatario saliente Laurent Gbagbo, cuatro meses después de que comenzara una crisis post-electoral que dejó más de 460 muertos según la ONU, que teme una guerra civil en ese país, primer productor mundial de cacao.

Casi un millón de personas han sido desplazadas y unos 112.000 marfileños se han refugiado en Liberia. Entretanto, la ONU se preparaba para un importante flujo de refugiados a Ghana.

La vía armada elegida por el campo de Ouattara es consecutiva al fracaso de todos los esfuerzos diplomáticos para resolver pacíficamente la crisis originada por la elección presidencial del 28 de noviembre, que debía sacar al país de una década de crisis político-militar.