La Bolsa de Tokio cerró este lunes su primera sesión después del devastador sismo del viernes en Japón con un desplome del 6,18%, consecuencia del temor de los inversores ante las consecuencias de esta catástrofe con repercusiones internacionales.

El índice Nikkei 225 perdió 633,94 puntos para caer a 9.620,49 puntos.

El volumen de transacciones alcanzó un nivel histórico, con más de 4.880 millones de valores comercializados en el primer mercado, es decir más de 2,5 veces más que la cantidad promedio habitual.

El Banco Central de Japón (BOJ) decidió este lunes aumentar en 5 billones de yenes (44.000 millones de euros – 61.300 millones de dólares) sus diversas compras de activos al tiempo que mantuvo su tasa directriz entre 0,0% y 0,1%, para facilitar el financiamiento y estabilizar los mercados después del sismo.

Además del traumatismo nacional, del balance humano que aumenta cada día y los muy importantes daños materiales, los operadores temen una importante disminución de la actividad económica.

Las graves fallas en las centrale nucleares de la región afectada hacen aumentar los temores por las repercusiones de este desastre sobre el conjunto de las empresas y la economía japonesa.

La acción de la compañía de electricidad Tokyo Electric Power (Tepco), que opera las centrales nucleares en dificultad, perdió 23,57%.

El gobierno japonés consideró que este siniestro tendría un impacto “considerable” sobre la economía nacional y que se necesitarán fondos colosales para financiar la reconstrucción de las zonas afectadas.

El banco central trata de calmar las tensiones en los circuitos financieros inyectando fondos masivos.