El líder cubano Fidel Castro consideró atinada su decisión de ceder el poder en 2006 y dejó entrever que podría incluso dejar el cargo de primer secretario del Patido Comunista (PCC), tras declararse satisfecho por la gestión de su hermano Raúl como presidente de Cuba.

Imagen de Granma

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“Yo no estoy hablando como primer secretario. Cuando me enfermé hice lo que debía hacer, sencillamente delegué mis atribuciones”, dijo Castro, al ser consultado como máximo jefe del PCC en una reunión con estudiantes difundida la noche de este jueves en la televisión.

“Yo solo soy un soldado de las ideas (…) y conforme y satisfecho no vacilé ni un segundo (en delegar)…, y tal vez estuve demasiado tiempo. ¡Vaya! no quiero hacerme la autocrítica porque en definitiva eso es lo que quieren los medios masivos”, añadió.

Tras 48 años en el poder, el veterano líder comunista cedió provisionalmente en 2006 todas sus funciones a su hermano Raúl: Comandante en Jefe, presidente del Consejo de Estado (Ejecutivo) y de Ministros, y primer secretario de PCC.

“Usted no puede tratar de hacer algo que no está en condiciones de dedicarle todo el tiempo. Si yo mismo no sabía si saldría de aquello. Y bueno, por disciplina y por los médicos (lo logró)”, explicó Castro a los estudiantes, al referirse a la crisis de origen intestinal que lo llevó a delegar el mando.

Fidel Castro, de 84 años, renunció formalmente a la presidencia en febrero de 2008, pero sigue como máximo líder del PCC -así figura en la estructura vigente- y Comandante en Jefe, y su hermano de segundo secretario del partido.

Aunque conserva el cargo de primer secretario, Castro está en la práctica concentrado en escribir y analizar temas internacionales, y desde julio, repuesto de la enfermedad, participa en encuentros académicos para advertir del peligro de una guerra nuclear y del cambio climático.

Su cargo de primer secretario, que ocupa desde 1965, es el más importante en un sistema comunista, y debe ser ratificado o sustituido a mediados de 2011 en la Conferencia del PCC, que -según estatutos- es la “facultada para incorporar nuevos miembros” y “separar o liberar” a quienes considere conveniente.

Raúl Castro, de 79 años, convocó la Conferencia en momentos en que la generación histórica de la revolución ronda los 78 años y debe garantizar su relevo; y anunció también el crucial VI Congreso del PCC para abril, que debe discutir su plan de reforma del modelo económico socialista.

Avalando la gestión de su hermano, el máximo líder de la revolución dijo a los estudiantes estar “contento, bien”, porque “el país está marchando”, con “desafíos por delante”.

En el encuentro, Castro leyó gran parte de su histórico discurso en el que hace cinco años advirtió de la urgencia de rectificar “muchos errores”, sobre todo económicos, para evitar la “autodestrucción” del sistema político cubano, como ha advertido su hermano.

Y sugirió el estudio del modelo de China, que, recordó, partió de una experiencia comunista, “rectificó lo que tenía que rectificar” y ahora es un país con crecimiento por encima del 10% anual.

“Vale la pena estudiar a China. China no es Estados Unidos, está luchando contra el sistema impuesto por Estados Unidos, pero (allí) el que rige es el Estado, no son las transnacionales”, dijo Castro a los estudiantes.

Sus comentarios coinciden con discusiones -de cara al Congreso- sobre la reforma, que incluye el recorte de más de un millón de empleos, apertura a la iniciativa privada y al capital extranjero, descentralización económica, eliminación de subsidios y aumento de la eficiencia empresarial.

Analistas económicos señalan como desafíos del plan vencer el paternalismo, crear confianza al capital extranjero y garantizar la expansión del sector privado. “Todos los puntos exigen un cambio de mentalidad para entender la economía de una manera más audaz”, opinó el comentarista económico Ariel Terrero.

Raúl Castro sostiene que el modelo económico, que por décadas siguió al de la hoy desaparecida Unión Soviética, se “actualiza” sin copiar patrones de otros países.