FIFA

La Federación Internacional de fútbol (FIFA) dará a conocer, el jueves, su veredicto sobre los presuntos casos de corrupción y amaños en el marco de la atribución de los Mundiales de 2018 y 2022, mientras se cuestiona la transparencia en los organismos deportivos.

La Comisión de ética, dirigida por el suizo Claudio Sulser, comenzó el lunes a examinar las acusaciones de corrupción que pesan sobre algunos de sus miembros, así como las sospechas de arreglos entres países candidatos.

Ésta debe finalizar sus deliberaciones el miércoles y comunicar sus conclusiones tras la reunión, en una conferencia de prensa prevista para las 10H00 GMT en la sede de la FIFA en Zúrich.

La federación internacional, que ha decidido aplicar una política de “tolerancia cero” respecto a la corrupción, dio un fuerte golpe sobre la mesa el pasado 20 de octubre, cuando suspendió provisionalmente a dos miembros de su Comité ejecutivo, el nigeriano Amos Adamu y el tahitiano Reynald Temarii.

Según el Sunday Times británico, Temarii habría solicitado 1,6 millones de euros en beneficio de una academia de deportes a cambio de su apoyo a una candidatura a la organización de uno de los Mundiales, mientras Adamu habría pedido 570.000 euros por apoyar a determinado candidato.

El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, también había destacado a fines de octubre que esta Comisión estudiaría con lupa “los casos de arreglos por intereses comunes entre dos o varios” candidatos, sin dar a conocer los nombres de los países involucrados en este asunto.

La candidatura hispano-portugesa es sospechosa, según el Sunday Times, de haber intercambiado votos con la de Qatar a la edición 2022.

Mientras que la designación de los organizadores de las Copas del mundo de 2018 y 2022 se mantiene agendada para el 2 de diciembre en Zúrich, numerosos observadores consideran que la FIFA debe reforzar la lucha contra la corrupción.

“La FIFA está sometida a un riesgo de corrupción mucho má importante que otras asociaciones deportivas”, a causa de la popularidad del fútbol y los ingresos que éste genera, según la jurista Sylvia Schenk, especialista en asuntos del deporte.

Según esta miembro de la organización no gubernamental (ONG) Transparency international, “no es suficiente contar con un código y una Comisión de ética, sino que hay que garantizar la independencia de ésta última”.

“Habría que ver si esta comisión decide de manera independiente y transparente” sobre la suerte de estos dos miembros del comité ejecutivo”, señaló la especialista a la AFP.

Jean-Loup Chappelet, profesor en Gestión pública y del deporte en la universidad de Lausana, considera por su parte que “hay que mejorar la transparencia y la gobernabilidad de las organizaciones” deportivas con sede en Suiza, país donde se benefician de muchas ventajas.

Las 36 federaciones internacionales presentes aquí están exoneradas del impuesto federal directo y no tienen obligación de hacer públicas sus cuentas.

“Se necesitaría una agencia mundial contra la corrupción en el deporte”, como ocurre con el dopaje, para luchar de manera eficaz contra este fenómeno, según Chappelet.

“Pero, no estoy seguro de que el medio deportivo esté interesado en una agencia de este tipo”, concluyó.