Los presidentes de Perú, Alan García, y de Ecuador, Rafael Correa, acordaron iniciar consultas para reducir sus gastos militares y eliminar puestos de seguridad fronterizos, durante una reunión el martes en la ciudad de Loja (sur de Ecuador), anunciaron ambos mandatarios.

“Estamos todos los aquí presentes de acuerdo en que tras estos años de trabajo, de acercamiento y de obras (…) debemos pasar a reducir nuestros establecimientos y gastos militares en lo que toca a nuestros dos países”, dijo García en rueda de prensa.

Por ello “encargamos a nuestros ministros de Defensa que estudien a la brevedad posible cuáles son estos puestos de frontera (…) que podemos desactivar para fortalecer y subrayar la hermandad que ahora vincula a nuestros pueblos”, agregó.

El anuncio fue hecho al cumplirse este martes 12 años de la firma de un acuerdo de paz entre Ecuador y Perú en Brasilia, que puso fin a una vieja controversia limítrofe, la cual llevó a ambos países a enfrentamientos armados hasta 1995.

“Ningún sentido tendría hacer todos estos trabajos de infraestructura y de acercamiento productivo y social, si no diéramos el paso siguiente de ir superando lo que la historia había sembrado en nuestras fronteras: minas, puestos de seguridad, alertas”, subrayó el mandatario peruano.

Por su parte, Correa señaló que los ministros de Defensa “tienen el mandato de buscar aun una mayor reducción” de los rubros militares.

“¿Qué sentido tiene en la frontera sur tener presencia militar?”, cuestionó el presidente ecuatoriano, apuntando que los conflictos bélicos produjeron “muertes y gastos innecesarios, y estancamiento en cuanto a desarrollo, comercio, inversiones”.

“Es un absurdo haber estado distanciados tanto tiempo, pero es una gran esperanza ese cambio radical, volver a actuar como una sola nación, como un solo gobierno”, remarcó.

García y Correa celebraron este martes en Loja el cuarto gabinete binacional, el último presidido por el mandatario peruano que terminará su segundo gobierno en julio de 2011.

En la cita los gobernantes revisaron proyectos de infraestructura y conectividad (incluyendo integración vial y energética), y cuestiones comerciales, productivas y de inversión social.

Varias de esos planes fueron puestos en marcha tras la firma de la paz.