El gobierno argentino le expresó al secretario de Estado para Asuntos Extranjeros e Iberoamericanos de España, Juan Pablo de Laiglesia, su preocupación por la creciente expulsión de sus ciudadanos, en un encuentro el lunes en Buenos Aires.

El vicecanciller Alberto D’Alotto “transmitió a Laiglesia la preocupación del gobierno por las inadmisiones de ciudadanos argentinos en los puestos de fronteras -principalmente en el Aeropuerto de Barajas-, que se observa se han incrementado año a año”, dijo la Cancillería en un comunicado.

El tema volvió al tapete el sábado pasado, cuando María Cecilia Tonon, una argentina embarazada de tres meses, que había sido invitada por una universidad española para hacer una pasantía de investigación, fue expulsada del aeropuerto de Barajas.

La mujer, que fue demorada cerca de cuatro horas por carecer de visa especial, dijo que había sufrido un aborto al regresar a Argentina como consecuencia del estrés vivido y de los 22.000 km que tuvo que volar en menos de 36 horas.

Los funcionarios de Argentina y España acordaron realizar una reunión a la brevedad para evitar que se repitan estas situaciones.

La iglesia lamentó los casos y dijo que de cada 1.000 argentinos que visitan España, 999 no tienen ningún problema.