Los familiares de los denominados presos políticos mapuches se reunieron con el presidente de la Corte de Apelaciones de Concepción, Juan Villa, para analizar la resolución del Tribunal de Cañete que desechó los testigos protegidos del Ministerio Público, una de las demandas centrales de los comuneros en huelga de hambre.

Hasta los tribunales penquistas llegaron los voceros de los presos mapuches de la cárceles del Bío-Bío, La Araucanía y Los Ríos, para reunirse con la máxima autoridad de la Corte de Apelaciones penquista y plantear su preocupación por los sucesivos fallos de esta instancia en contra de los comuneros.

Sobre todo luego que el Tribunal de Cañete propinara un duro reves a la Fiscalía luego de rechazar los testigos sin rostro en la preparación del juicio por el ataque al Fiscal, Mario Elgueta. Según indicó la vocera, Pamela Pessoa, esperan que esta vez la Corte de Apelaciones no revoque esta resolución.

El Ministerio Público sólo una vez terminada la preparación del juicio podrá apelar a la no inclusión de los testigos protegidos, quienes son cuestionados incluso de recibir dinero a cambio de sus testimonio, según han señalado comunidades mapuches.

Durante esta jornada los familiares tuvieron su primer acercamiento con la Iglesia Católica, luego de reunirse con el Arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati, una conversación donde los voceros de los presos políticos en huelga de hambre plantearon a la autoridad eclesiástica la posibilidad que sea un puente entre ellos y el Gobierno.