El gobierno del presidente Barack Obama se dispone a suavizar las restricciones en vigor para los estadounidenses que quieren viajar a Cuba, aunque sin permitir totalmente las estancias turísticas en la isla, según fuentes citadas por medios de comunicación este martes.

Las medidas facilitarían los viajes por motivos culturales, académicos o deportivos, y también el envío de dinero a la isla, según publicó el diario New York Times, citando fuentes anónimas del gobierno y del Congreso, dominado por los demócratas.

Obama no necesita de la aprobación del Congreso para promulgar estas medidas ya que no entran en conflicto abierto con el embargo contra la isla vigente desde 1962 y reforzado en 1996 con la denominada Ley Helms-Burton.

El presidente estadounidense ya suavizó en marzo del año pasado las restricciones para los cubanoestadounidenses, que ahora pueden viajar y enviar dinero sin límites a la isla.

Los expertos del gobierno calculan que “una política más eficaz hacia Cuba no perjudicará en un año electoral”, explicó una de las fuentes oficiales citadas por el New York Times, en referencia a las legislativas del 2 de noviembre.

Según el diario Washington Post, la Casa Blanca se prepara para promulgar estas nuevas disposiciones en pocas semanas.

Un portavoz de la Casa Blanca, Bill Burton, no quiso confirmar los informes de prensa, aunque declaró este martes: “El presidente continuará tomando medidas que (…) ayuden a crear un ambiente más democrático y a expandir las libertades para el pueblo cubano”.

De aprobarse esas medidas, Estados Unidos volvería a adoptar una política de reabrir gradualmente los contactos indiviuales entre estadounidenses y cubanos como sucedió bajo la presidencia de Bill Clinton, y que fueron luego restringidas de nuevo bajo George W. Bush.

Los viajes por motivos culturales, académicos o deportivos a Cuba solamente son autorizados caso por caso por el Departamento del Tesoro.

Si se aprueban las medidas a debate en el seno del gobierno, esos viajes podrían ser permitidos de forma generalizada.

Por su parte, el Congreso estudia un proyecto de ley para levantar totalmente las restricciones a los viajes de estadounidenses a Cuba, pero con escasas probabilidades de ser aprobado en el Senado por la fuerte oposición de congresistas anticastristas.

Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos han atravesado altibajos desde la llegada de Obama al poder.

Ambos países mantienen conversaciones migratorias por primera vez desde 2004, pero al mismo tiempo, el gobierno Obama volvió a mantener a la isla en su lista de países promotores del terrorismo la semana pasada.