El secretario de Gobernación de México, Francisco Blake, pidió el viernes la liberación de tres periodistas secuestrados en Durango (norte) por el crimen organizado, que exige a los medios difundir videos en los que expone una supuesta relación entre funcionarios y un grupo narco rival.

“El gobierno federal exige la inmediata liberación de las personas secuestradas y reitera su compromiso para actuar con todas sus atribuciones legales, teniendo como fin último garantizar la seguridad y la integridad de las personas privadas de la libertad, y llevar a los responsables ante la acción de la justicia”, dijo Blake en conferencia de prensa.

Ni el gobierno ni los medios para los que trabajan los periodistas informaron cuál es el grupo secuestrador.

Cuatro periodistas -uno de ellos liberado el jueves- fueron secuestrados el lunes por un grupo criminal, que exige a los medios que difundan tres videos en los que se expone la presunta complicidad entre autoridades de Durango y la organización narcotraficante de los Zetas.

Blake condenó “enérgicamente el secuestro de periodistas, agentes de la autoridad y civiles en los estados de Durango y Coahuila”.

Mientras, un comando armado arrojó una granada de fragmentación contra las instalaciones de Televisa, para la que trabajan dos de los periodistas secuestrados, en Nuevo Laredo, Tamaulipas (noreste), dejando varios vehículos dañados, dijo a la AFP un periodista de la televisora bajo anonimato.

Las cadenas televisivas Televisa y Milenio Televisión, a las que pertenecen tres de los cuatro periodistas secuestrados originalmente -el cuarto trabaja en un diario local- protestaron el jueves en la noche ante el plagio dejando la pantalla en negro durante el espacio de un informativo.

Por su aprte, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) reclamó este viernes al gobierno mexicano actuar para garantizar la vida de los comunicadores que siguen retenidos: los camarógrafos Jaime Canales, de Multimedios-Milenio, y Alejandro Hernández de Televisa; y el reportero Oscar Solís, del diario El Vespertino.

Otro periodista de Televisa, Héctor Gordoa, liberado el jueves, dijo que sus colegas estaban en buenas condiciones de salud.

Se trata de la primera vez que en México un grupo que secuestra periodistas entabla una exigencia a los medios para condicionar su liberación.

México, donde al menos nueve periodistas han sido asesinados este año, es considerado en varios informes internacionales como el país más peligroso para la prensa en el continente.