El primer ministro de Trinidad y Tobago, Patrick Manning, admitió su derrota en las elecciones anticipadas de este lunes ante una coalición de partidos de oposición encabezada por la ex fiscal Kamla Persad-Bissessar, primera mujer elegida para el cargo.

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“Lo que si sé es que hemos perdido las elecciones”, dijo Manning en un mensaje en vivo por la televisión. “Asumo toda la responsabilidad por la derrota”, añadió.

Mientras tanto, una muchedumbre estallaba en júbilo en la sede del Congreso Nacional Unido (United National Congress, UNC), el partido de Kamla Persad-Bissessar y el principal de oposición.

Manning, del Movimiento Nacional del Pueblo (People’s National Movement, PNM), que ha dominado la política desde hace medio siglo, convocó las elecciones en la mitad de su mandato de cinco años.

El líder de 64 años disolvió el Parlamento para evitar una moción de censura por parte de la oposición, que lo acusa de corrupción.

“Nosotros en el PNM creemos en la democracia. El pueblo ha hablado”, dijo el primer ministro a sus partidarios.

Los comicios se desarrollaron sin mayores incidentes, pero la Comisión Electoral anunció la investigación de posibles fraudes en cinco circunscripciones, entre ellas dos decisivas.

Algo más de un millón de los 1,3 millones de habitantes del país recibieron dos horas libres en sus trabajos para votar antes del cierre de las urnas a las seis de la tarde (22H00 GMT).

Según las primeras estimaciones, hubo una participación del 60%.

El Parlamento es elegido para un período de cinco años, pero puede ser disuelto antes de ese plazo por el jefe de Estado, si así lo recomienda el primer ministro, jefe de Gobierno.

El UNC, que sólo estuvo en el poder entre 1995 y 2001, acusó a la administración Manning de haber gastado millones de dólares en proyectos faraónicos y en la organización de las cumbres de las Américas y del Commomwealth el año pasado.

También denunció el fuerte aumento de la crimimalidad en los últimos años.

Para muchos observadores, el país se ha convertido en centro de operaciones del tráfico de cocaína proveniente de América del Sur.

Trinidad y Tobago fue una colonia británica y actualmente es uno de los países más prósperos del Caribe, gracias, entre otros, al petróleo, a la industria petroquímica y al turismo.