Cuando vas a una fotocopiadora, muchas veces sacas copia a libros de la universidad, documentos importantes y, en ocasiones, informaciones que no deseas compartir con nadie ¿pero qué pasaría por tu mente si supieras que todos esos datos quedan almacenados en un disco duro dispuesto al interior de cada una?

Imagen | ofitecs.com.mx

Luego de que la CBS publicara a mediados de abril un reportaje sobre esta realidad desconocida por la mayoría de las personas, se abrió un debate en torno al hecho de que las fotocopiadoras modernas guardaban sin consentimiento los documentos que los usuarios duplicaban en dichos dispositivos:

“Casi todas las fotocopiadoras digitales desde 2002 contienen un disco duro -como aquellos en tu computador personal- que almacena imágenes de todos los documentos copiados, escaneados o enviados por email por la máquina”, aseguraron en la CBS.

De este modo, situaciones como fotocopiar la lista de los datos personales de un cliente en cuestión podrían transformarse en una trampa de seguridad si caen en manos de personas con malas intenciones. Esto, incluso puede llegar a traducirse en futuras estafas bancarias si la información fotocopiada entra en muchos detalles.

Luego de la investigación de la CBS, en la cual se estudiaron varias fotocopiadoras adquiridas de forma fácil en el mercado por cerca de 300 dólares la unidad (163 mil pesos), los resultados fueron increíbles: se encontraron desde los detalles de violencia doméstica de la unidad de crímenes sexuales hasta la lista de los objetivos en una redada de drogas.

Pero, lo más perturbador para los investigadores de la conocida cadena de televisión fue descubrir que existían copias (aproximadamente 300 páginas) del historial médico de personas desconocidas con prescripciones de medicamentos, resultados de test sanguíneos, además de diagnósticos de cáncer.

En palabras de la analista y experta en seguridad, Ira Winkler, “estamos hablando de que, potencialmente, podrías arruinarle la vida a alguien” con el detalle de estas informaciones “donde (los afectados) pueden sufrir serias repercusiones sociales”.

En resumidas cuentas, la experta cree que ésta es una alerta para que las personas sean responsables a la hora de recurrir a una fotocopiadora para duplicar sus datos: nunca se sabe en manos de quién pueden caer.

Sin embargo, en Estados Unidos ya estaría tomando cartas en el asunto la Federal Trade Comission (FTC) en el sentido de desarrollar una campaña de prevención sobre el uso de las fotocopiadoras y contactarse con desarrolladores y empresas que las fabriquen para la realización de copias seguras, según Alt1040.

Pero ¿qué ocurre con los fabricantes? El presidente de Sharp Imaging, Ed MacLaughling, cuya compañía se vio envuelta en la investigación de la CBS, contestó al reportaje afirmando que “en general, la industria ha fallado”. De hecho, en 2008 llevaron a cabo un estudio donde el 60% de los consumidores americanos dijo no saber que las máquinas tenían un disco duro en su interior.

Pese a lo anterior, lo preocupante es que MacLaughling aseguró que esta situación “o cae en oídos sordos, la gente siente que no es importante, o nos ocuparemos de ello más tarde”.

Respecto de otras empresas de fotocopiadoras, muchas aseguraron ofrecer paquetes de seguridad en sus productos. Por ejemplo, uno de los de Sharp (que cuesta 500 dólares; 271 mil pesos) es capaz de borrar automáticamente una imagen desde el disco duro, aunque no resuelve de fondo el problema de la copia de documentos.