Enfrentamientos entre policías y manifestantes hostiles al régimen de Irán ocurrieron el jueves por la tarde ante las embajadas iraníes en Dinamarca y Suecia, según policías de ambos países nórdicos.

En Estocolmo, la policía sueca disuadió a unos 70 manifestantes que trataban de entrar a la embajada y lanzaban piedras, según Ulf Lindgren, portavoz de las fuerzas del orden.

Refuerzos tuvieron que ser enviados para controlar a los manifestantes, reunidos para protestar contra la pena de muerte y el encarcelamiento por motivos políticos en Irán, y unas diez personas fueron detenidas. “No habíamos previsto que fueran tantos”, dijo Lindgren.

Ante la embajada iraní en Dinamarca, situada en Hellerup, suburbio elegante de Copenhague, la policía danesa rechazó también a manifestantes que habían llegado cerca del edificio, luego de haber pedido refuerzos.

Según medios de prensa daneses, los manifestantes dañaron vidrios con piedras y cuatro personas fueron detenidas.

Suecia, donde hay una importante comunidad de exiliados iraníes, es con frecuencia escenario de manifestaciones hostiles al régimen de Teherán.

El año pasado, manifestantes penetraron a los locales de la embajada iraní, que saquearon en parte y un empleado fue herido por los manifestantes.