El Grupo de Política Monetaria (GPM) recomendó por unanimidad este miércoles al Banco Central mantener la tasa rectora en 0,5%, durante la próxima reunión que sostendrán los consejeros del ente rector.

El grupo de economistas compuestos por Ángel Cabrera, Juan Eduardo Coeymans, Alejandro Fernández, Ricardo Matte y Manuel Agosin, así lo aconsejo considerando que el instituto emisor debe postergar nuevamente el alza de la tasa luego de que nueve meses consecutivos la haya congelado.

Pese a que consideran que las condiciones internas permiten pensar en un ajuste de tasas a corto plazo, sugieren la medida al menos hasta que “las recientes turbulencias financieras internacionales se moderen”.

La variación mensual del IPC en el mes de abril se situó en un 0,47%, en línea con la estimación del mercado. Con ello, el índice de precios a nivel consumidor acumuló un avance de un 0,9% en los últimos doce meses.

“Si bien los datos antes mencionados revelan que las presiones inflacionarias de los pasados 12 meses fueron extremadamente débiles, cabe señalar que, al utilizar datos desestacionalizados de los indicadores subyacentes, se observa un marcado repunte en la tendencia trimestral anualizada, llegando ésta a un 1,6%, en el caso del IPCX, y a un 2,0%, en el del IPCX1. En contraposición, dichos indicadores en enero llegaban a -3,1% y -4,0%, respectivamente. De esta forma, los datos recientes están comenzando a entregar señales de un potencial repunte de las presiones inflacionarias que deben ser monitoreadas”, dijo el GPM.

Según el grupo de economistas, la principal fuente de las incipientes presiones inflacionarias es la expansión que está experimentando el consumo privado, componente de la demanda que, sorprendentemente, parece no haber sido afectado significativamente por el terremoto.

“En lo que respecta a la economía internacional, la situación actual es altamente incierta. Ello, ya que, por una parte, los datos de actividad recientes confirman con creciente fuerza una recuperación de la economía mundial, encabezada por EE.UU. y las economías emergentes. Sin embargo, durante la segunda quincena de abril y los primeros días de mayo, se observó un severo agravamiento de la crisis de Grecia, amenazando extenderse al resto de Europa y con potenciales efectos a escala global.

En este sentido, si bien las medidas anunciadas recientemente por la Unión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo tienen una buena probabilidad de contener la crisis en el corto plazo, su evolución de mediano y largo plazo aún es incierta”, afirma el comunicado.

Tomando en cuenta todos los elementos antes mencionados, el GPM recomienda mantener inalterada la TPM, al menos hasta que la situación europea se clarifique. “Sí, tal como esperamos, ella finalmente decanta en una estabilización de los mercados financieros internacionales y la recuperación económica mundial continúa progresando satisfactoriamente, el Banco Central de Chile debería comenzar a normalizar su política monetaria gradualmente”, concluyen.