Mientras Puerto Príncipe vive el drama de la supervivencia tras el sismo del 12 de enero, que está golpeando la popularidad del presidente René Préval, algunos habitantes anhelan el liderazgo del venezolano Hugo Chávez, el estadounidense Barack Obama y del cubano Fidel Castro.

Imagen: igadi.org

“Los haitianos adoramos a Chávez y a Obama, a veces más a Obama, a veces más a Chávez, esos deberían ser nuestros presidentes”, comentó a la AFP Frank Royemon, un joven con muy buen nivel de inglés que por estos días presta su servicio como traductor de un equipo de periodistas estadounidenses.

Royemon recordó que antes de que los mandatarios de Venezuela y Estados Unidos irrumpieran en la escena internacional, “Fidel Castro era el más querido, siempre lo será, él debió hacer una revolución en Haití”, apuntó.

En otro punto de la ciudad, en el pequeño asentamiento de damnificados instalado al lado de la Fiscalía de Puerto Príncipe, Richeline Sylva, una chica de 20 años, ya madre de un niño, suspira para decir: “Ay Chávez, él es muy bueno y dice las cosas que hay que decir… como Obama, qué alegría sentimos cuando ganó”, comentó al enterarse de que parte de la prensa internacional en ese lugar era venezolana.

“No importa si entre Estados Unidos y Venezuela no se llevan bien, eso no es problema de nosotros, pero esos dos presidentes los sentimos como nuestros”, agregó otra joven, que apenas se presentó como Geraldine.

Y es que en las calles míseras de Puerto Príncipe es fácil cruzarse con personas que expresan su admiración por los jefes de Estados de dos gobiernos antagónicos en el continente.

“¿Usted cree que Estados Unidos nos está ocupando?”, pregunta Paul McKenso, el mesero de un hotel en Pétion-Ville a un grupo de extranjeros: “Ahora no es hora de preguntarnos eso, menos mal que alguien nos está ayudando, y aunque aquí adoramos a Obama, oooohh, Chávez es formidable”.

Aunque la presencia de los militares estadounidenses es notoria en toda la ciudad con su distribución de ayuda humanitaria, entre otras tareas de limpieza de escombros, la bandera y el escudo de la República Bolivariana de Venezuela se puede ver en obras populares en puntos de la ciudad como camino a Asco-Aviation, una zona donde la miseria muestra su peor cara en un mercado de verduras y la venta del reciclaje de cualquier otra cosa para subsistir.

“Yo creo que si Chávez viene aquí, puede caminar por donde quiera y no va a pasar nada, todo el mundo lo conoce y respeta”, agregó Frank, antes de que un periodista estadounidense bromeando le llevara la contraria, diciendo que no creería que fuera posible. “¿Por qué, sí, se lo digo yo que vivo aquí”, contestó el haitiano.

“Es que en estos días hay muchos militares estadounidenses”, contestó el periodista haciendo reir a la decena de haitianos que participaban de la discusión y se retiraban comentando, “que al final, Obama y Chávez deberían ser nuestros presidentes”.