La sede chilena de la Compañía de Jesús anunció que solicitará más información sobre la denuncia contra un ex sacerdote de su congregación identificado como Wolfgang S., implicado en casos de abuso sexual en Alemania y quien, según la prensa local, reside en Santiago.

“Hemos pedido más información a los jesuitas de Alemania y a nuestra Curia General en Roma”, dijo en un comunicado el padre Eugenio Valenzuela, superior provincial de la Compañía de Jesús en Chile.

“A quien la declaración señala como Wolfgang S., suponemos que se trata de un jesuita alemán cuyo nombre e iniciales son coincidentes y que efectivamente siendo jesuita estuvo trabajando en nuestro país en Arica entre los años 1985 y 1991″, añadió Valenzuela.

De acuerdo a versiones que circulan por la prensa, se señala que el ex sacerdote reside en un condominio para adultos mayores en Las Condes y se desempeñó hasta el 31 de diciembre pasado en una fundación internacional llamada Kolping International, dedicada a ofrecer estadía a estudiantes de provincia en Santiago, hasta su jubilación a fines del 2009.

“El provincial de los jesuitas en Alemania, Stefan Dartmann, informó el lunes de casos de abusos sexuales practicados en escuelas jesuitas en la década de 1970 y 1980, y que los casos no se habrían limitado a Alemania sino que habrían ocurrido también en Chile y España”, manifestó Valenzuela.

En su declaración, Dartmann hace mención a los profesores Peter R. (69 años) y Wolfgang S. (65). Sobre el primero, Valenzuela dice no tener ninguna información que acredite que éste esté o haya estado en Chile.

Respecto de Wolfgang S., Valenzuela recuerda que trabajó en Arica (2.000 km al norte de Santiago) en parroquias de la ciudad y del interior, y que sabe que dejó en 1991 la Compañía y el ministerio sacerdotal.

“Nunca tuvimos ni hemos tenido sobre él ninguna clase de denuncia ni de sospecha de abusos hasta la pública declaración del Provincial de Alemania”, dice el comunicado jesuita.

El jueves pasado autoridades del colegio Canisius, establecimiento jesuita de Berlín, admitieron que hubo agresiones “sistemáticas y durante años” a alumnos de ese establecimiento entre 1970 y 1980 de parte de al menos dos profesores, y pidieron perdón por ello.