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La policía polaca anunció haber recuperado la inscripción “El trabajo nos hace libres”, que colgaba sobre la entrada del ex campo de exterminio nazi de Auschwitz, y aseguró que los cinco detenidos por el hecho eran delincuentes comunes y no neonazis.

“Según las informaciones que poseemos ninguno de los cinco pertenece a un grupo neonazi ni adhiere a semejantes ideas”, declaró el lunes a la prensa Andrzej Rokita, comandante en jefe de la policía para la región de Cracovia, donde se halla el museo de Auschwitz-Birkenau, en el sur de Polonia.

“Son reincidentes condenados anteriormente por robo o por agresión”, dijo en conferencia de prensa.

La policía polaca anunció en la noche del domingo haber encontrado la inscripción, así como la detención de sus presuntos ladrones.

La inscripción en alemán “Arbeit macht frei”, en metal, de cinco metros de largo, figuraba en la puerta de entrada del campo de Auschwitz, establecido en 1940 después de la ocupación de Polonia por la Alemania nazi.

Su desaparición, el viernes, causó un enorme impacto, tanto en sectores políticos de Israel, Polonia y Alemania, como en el seno de la diáspora judía de todo el mundo.

El personal del museo, afectado por la noticia del robo, no escondía el lunes su alegría. “Es un enorme alivio. El personal del museo vivió este asunto como algo muy personal”, declaró a la AFP un portavoz, Jaroslaw Mensfelt.

Los investigadores no descartan que los malhechores pudieron actuar por cuenta de un coleccionista, y que éste fuera un neonazi.

“De momento, nos abstenemos de precisar la motivación. Sin duda actuaron por dinero, pero es difícil saber si lo hicieron por cuenta ajena o no”, explicó Rokita.

Los cinco detenidos, de 20 a 39 años de edad, son pasibles de penas de hasta diez años de cárcel.

“La inscripción fue cortada en tres pedazos, en el mismo lugar del robo, para facilitar su transporte. Luego fue escondida en un bosque, cerca de la casa de uno de los ladrones”, explicó el policía.

Una fuente policial dijo a la AFP que los presuntos ladrones “confesaron” y que “ellos mismos indicaron el lugar donde habían enterrado la inscripción”.

La histórica inscripción no sufrió daño y será restituida al museo de Auschwitz “tan pronto como sea posible, en todo caso antes del 65º aniversario de la liberación” del campo por el Ejército soviético, el 27 de enero de 1945, precisó Rokita.

Desde el viernes, una copia fue colocada encima de la entrada del sitio, que fue visitado el año pasado por más de un millón de personas.

Dos días antes del robo, Alemania había anunciado una contribución de 60 millones de euros, la mitad de un llamado a una ayuda internacional de 120 millones de euros, efectuado por Polonia para la conservación del lugar.

Desde la creación del museo en 1947, la casi totalidad de los fondos procedía del estado polaco, y solamente 5% venía del extranjero. En 2008, su presupuesto era de unos 6,8 millones de euros.