El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, declaró el martes que ha conversado “con algunos policías y militares” para buscar una salida a la crisis institucional y afirmó que el régimen de facto intenta “aislar” al país para impedir que lleguen misiones internacionales.

“Con algunos policías y militares hemos estado hablando ayer (lunes) para buscar una salida a la crisis”, dijo Zelaya a la AFP en la embajada brasileña en Tegucigalpa, donde permanece refugiado desde que el lunes regresó en secreto al país luego de casi tres meses de exilio.

“Yo pienso que hay que buscar un acercamiento directo (para) que ese acercamiento logre la paz. Luchar por los pobres nunca debe ser un delito, luchar por restablecer la democracia no debe ser un delito”, agregó Zelaya, derrocado y expulsado de Honduras tras el golpe de Estado del 28 de junio.

Zelaya afirmó que el presidente de facto Roberto Micheletti impuso el toque de queda y cerró los aeropuertos para “aislar más a Honduras” con el fin de impedir la llegada de misiones internacionales en busca de una salida negociada a la crisis.

“Están varando la circulación de aviones y en los aeropuertos internacionales para evitar que vengan las misiones internacionales”, dijo.

(AFP)