Conforme pasan las horas, más detalles se van conociendo sobre el secuestro que afectó a un avión de Aeroméxico procedente de Cancún, y que aterrizó en Ciudad de México.

El secuestrador boliviano detenido por el plagio, cuyo nombre es José Flores Pereira, simuló un artefacto que no tenía carga explosiva, con el fin de amedrentar a los pasajeros.

Flores dijo que actuó bajo mandato de Dios, y que debía entregarle un mensaje al presidente de México, Felipe Calderón. Éste era una “advertencia divina” sobre un gran terremoto que estaría próximo a ocurrir en el Distrito Federal del país norteamericano.

Flores estuvo preso en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, por asalto a mano armada.