Como los pumas en Santiago: animales en todo el mundo exploraron más allá de sus hábitats en pandemia

Créditos: Agencia UNO
Por Matías Vega
Con información de EuropaPress.

Con información de EuropaPress

Lunes 12 junio de 2023 | Publicado a las 13:32 · Actualizado a las 16:13

visitas
visitas

El cambio radical que supusieron para el comportamiento humano los confinamientos de la pandemia de COVID-19 provocó también alteraciones en el comportamiento de los mamíferos terrestres. En especial se produjo una mayor movilidad entre estas especies, según un nuevo estudio internacional publicado en la revista 'Science'.

Las políticas que restringieron el movimiento de personas y vehículos durante las primeras fases de la pandemia por la covid-19 tuvieron un importante impacto en la conducta de los animales y sus desplazamientos.

Los efectos fueron más notorios en los momentos de mayor confinamiento. Por ejemplo, constató Science Alert, en 2020 fueron nada menos que 4.4 mil millones de personas -es decir, más de la mitad de la población mundial- la que vivía en zonas bajo restricciones sanitarias estrictas.

Así lo demuestra un estudio internacional liderado por la Universidad de Radboud (Países Bajos) y publicado en la revista Science, cuyos resultados ofrecen nuevas perspectivas sobre la conservación de los ecosistemas y su relación con el ordenamiento social de la vida humana.

“Los medios de comunicación informaron en numerosas ocasiones de que la naturaleza se estaba recuperando durante esos primeros encierros”, explicó Marlee Tucker, de la Universidad de Radboud y primera de los 174 autores del estudio, recalcando que las vías de circulación humanas y la necesidad de los animales de atravesarlas son importantes para la conservación de muchas especies.

La etapa del confinamiento ya es conocida en la ciencia como “antropausa”, en referencia al cese parcial de actividad humana en algunos aspectos del ambiente.

Tucker ejemplificó con Chile, dado que aquí ocurrieron fenómenos que despertaron la curiosidad de los científicos: “Por ejemplo, los pumas deambulaban por las calles de Santiago de Chile, pero nosotros queríamos saber si hay alguna prueba de ello o simplemente la gente prestaba más atención a todo estando en casa”.

Ante la Agencia SINC, explicó que tras estudiar su comportamiento, concluyeron que “los pumas estuvieron más cerca de las carreteras durante el confinamiento, lo que sugiere menos temor a las zonas urbanas”.

Los animales que más se movieron

Así como los pumas, en Tel Aviv, Israel, fueron avistados chacales más activamente durante el día, mientras que en el puerto de Trieste, Italia, se vieron delfines que normalmente se mantenían apartados por el tráfico marino.

El extenso equipo recopiló datos de los movimientos de 43 especies diferentes de mamíferos terrestres de todo el mundo. En total, incluyeron a más de 2.300 individuos: desde elefantes y jirafas hasta osos y ciervos. Los investigadores compararon los movimientos de los mamíferos durante el primer periodo de encierros, de enero a mediados de mayo de 2020, con los movimientos durante los mismos meses un año antes.

“Vimos que durante los encierros estrictos, los animales recorrieron distancias hasta un 73% más largas en un periodo de 10 días que el año anterior, cuando no hubo confinamientos. También observamos que, de media, los animales se acercaban un 36% más a las carreteras que el año anterior. Esto se debe probablemente a que esas carreteras estaban más tranquilas durante los cierres estrictos”.

Existen varias explicaciones para estos resultados: había menos gente fuera durante los confinamientos estrictos, lo que daba a los animales la oportunidad de explorar nuevas zonas.

“En cambio, en las zonas con cierres menos estrictos, los animales recorrían distancias más cortas”, afirma Thomas Mueller, del Centro Senckenberg de Investigación sobre Biodiversidad y Clima y de la Universidad Goethe de Fráncfort (Alemania), que diseñó el estudio junto con Tucker. “Esto puede tener que ver con el hecho de que durante esos cierres se animaba a la gente a adentrarse en la naturaleza. Como resultado, algunas zonas naturales estaban más concurridas que antes de COVID-19”.

Los confinamientos brindaron una oportunidad única para estudiar los efectos de un cambio brusco de la presencia humana en la fauna salvaje, explican los científicos: “Nuestra investigación ha demostrado que los animales pueden responder directamente a los cambios en el comportamiento humano. Esto ofrece esperanzas para el futuro, porque en principio significa que hacer algunos ajustes en nuestro propio comportamiento podría tener un efecto positivo en los animales”, añade Tucker.

Por ejemplo, sugiere ante Sinc, “ajustar el horario, la frecuencia y el volumen del tráfico en zonas importantes para el desplazamiento de los animales”.

Asimismo, acota que ya “en algunos parques nacionales solo se puede conducir de día para no molestar a los animales por la noche”. La autora añade que “incluso se puede restringir el uso de senderos en determinadas épocas, como la de apareamiento”, por ejemplo.

Lo último