Científicos descubrieron seis nuevas especies de ranas de lluvia en Ecuador.
El anuncio se hizo ayer por parte del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica tras la publicación de un estudio al respecto.
La investigación fue realizada por Jhael Ortega, Jorge Brito y Santiago Ron, miembros de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y del Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), entidad adscrita a la cartera.
En concreto, las seis nuevas especies de ranas de lluvia son del género Pristimantis (Strabomantidae) de las laderas orientales de los Andes ecuatorianos, provenientes de los Parques Nacionales Llanganates y Sangay.
Dos grupos de ranas de lluvia
Las especies fueron denominadas Pristimantis tamia, anaiae, glendae, kunam, resistencia, venegasi y pertenecen a dos grupos.
El primer grupo es hermano del subgénero Huicundomantis e incluye a Pristimantis tamia la cual carece de hendiduras vocales, membrana timpánica y tiene un iris azul verdoso claro.
El segundo grupo es notable por ser muy divergente y estar formado exclusivamente por nuevas especies: P. anaiae, P. glendae, P. kunam, P. resistencia y P. venegasi.
Según indicaron desde el ministerio, estas pueden distinguirse por tener grandes áreas redondas oscuras con bordes delgados y claros en la región sacra (o lumbar).
La Pristimantis y los parques nacionales
Dentro de Ecuador, los bosques montanos amazónicos son la región con mayor riqueza de especies y donde se han descubierto la mayoría de Pristimantis durante los últimos años.
En esa región, el Parque Nacional Llanganates y el Parque Nacional Sangay son áreas protegidas que comprenden 7.375 kilómetros cuadrados de bosques húmedos montanos y páramos, en donde los inventarios de anfibios han sido escasos debido a la falta de vías de acceso y condiciones geográficas y climáticas hostiles.
Pristimantis es el género con más especies entre los vertebrados terrestres, con más de 569 especies distribuidas desde el este de Honduras y Panamá a través de los Andes hasta Bolivia, el norte de Argentina y Brasil.
Al desarrollarse directamente a través de huevos terrestres y no renacuajos esta especie no depende de cuerpos de agua para su reproducción, por ello se ha planteado que esta podría ser una de las razones que explican su gran diversidad.
No obstante, esa hipótesis no ha sido probada rigurosamente.
