Este 21 de septiembre se conmemoró el Día internacional del Alzheimer, una instancia que se extiende a todo el mes para concientizar y visibilizar esta enfermedad que afecta las habilidades cognitivas y funcionales de las personas. Considerada una de las demencias más comunes, afecta al 1% de la población en Chile.
Si bien la situación de quien padece Alzheimer es muy compleja de enfrentar, también lo es para quienes deben asumir el rol de cuidadores ya que es una patología que genera un alto grado de dependencia, sobre todo con el paso de los años.
Bajo esa mirada, conversamos con la actriz Paulina Urrutia quien nos cuenta en primera persona su testimonio como cuidadora de su esposo, el periodista Augusto Góngora, diagnosticado del síndrome el año 2014.
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Concientización del Alzheimer
“Fue una decisión de Augusto de hacer publica su condición desde que fue diagnosticado en 2014. El Augusto ya estamos en una etapa muy avanzada. Con el aumento de las expectativas de vida esto es una verdadera pandemia en el sentido de que no todas las personas mayores va a tener este tipo de demencia”, sostuvo la actriz.
“Estamos enfrentados a un tipo de enfermedad donde vamos a a depender de alguien en un 100%”, destacó.
La también ex ministra de cultura, es enfática en comentar que la enfermedad es progresiva y que en sus etapas avanzadas, el rol del cuidador es fundamental, lo cual lamentablemente provoca secuelas ya que es una labor que genera muchas limitaciones en la vida personal. “Es como vivir el proceso de enfermedad y muerte en cámara lenta. Te permite todo los días ir observando el deterioro del ser humano hasta llegar a su muerte”.
“El cerebro controla todas nuestras funciones, la gente cree que solo se te olvidan las cosas y es un deterioro físico, emocional y funcional”, rayó.
Contención y cuidado
El Alzheimer afecta a cerca de 500 millones de personas en el mundo y uno de sus factores más importantes corresponde al rol que juega la familia o el cuidador del paciente. La contención es sumamente necesaria ya que, quien padece esta enfermedad va perdiendo su funcionalidad y se ve incapacitado de realizar una vida normal.
“Tenemos que vivir de la mejor manera con ella por que no tiene solución y el aumento de la enfermedad es exponencial. Estamos hablando de que un 40% puede tener este tipo de enfermedad en la vejez”, dijo.
Y complementó que: “Es algo que tenemos que enfrentar personalmente, familiarmente y socialmente hablando. Aquí hay tareas y tenemos que enfrentarlo como un problema de salud pública”.