Causa y Efecto | Fragmentación y falta de liderazgos deja en tierra de nadie a votantes de centro

Isabel Hodge

Periodista de contenido audiovisual

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Ética y transparencia de BioBioChile

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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

En las primarias del oficialismo, la diferenciación entre los candidatos ha generado tensiones inesperadas, con Carolina Tohá del Socialismo Democrático expresando su preferencia por un progresismo que no incluya al Partido Comunista en el gobierno. Este enfoque contrasta con la historia reciente de Chile, donde el Partido Comunista ha tenido presencia en el poder. Las disputas entre los candidatos reflejan la búsqueda de apoyo electoral, especialmente entre sectores de centro que buscan distanciarse de posturas más extremas. La competencia se intensifica, con Matthei confrontando a Kaiser y Kast, y Tohá rivalizando con Jara y Winter.

La política gira en torno a distintos temas. Pero recordemos que el próximo fin de semana hay primarias en el oficialismo, y los candidatos, más allá de que forman parte del mismo pacto político, tienen que diferenciarse para capturar votos. 

El punto es que esa diferenciación ha llegado a puntos de tensión que yo creo que en un momento no se imaginaban, porque el mismo oficialismo tomó estas primarias y aseguró… dijeron, esto muestra la gobernabilidad que la derecha no te ofrece, porque la derecha no logró conseguir primarias y nosotros sí.

Pero ahora, mirando las declaraciones, los auditores también las escucharán, uno se pregunta, ¿qué gobernabilidad te puede ofrecer una coalición que plantea.

Por ejemplo, lo dijo ayer Carolina Tohá, candidata del Socialismo Democrático, en una entrevista entre Bío Bío y Mega, en la que plantea y dice, no soy partidaria de que el Partido Comunista gobierne al país, lo mejor para el país es que tengamos un progresismo encabezado por los sectores o el proyecto que mi mundo representa.

Lo que pasa es que ahí uno podría rápidamente hacer algunas predicciones, porque el Partido Comunista ha gobernado el país, lo ha gobernado durante esta administración y durante Michelle Bachelet.

Pero hablan de no encabezar.

El poder, la ambición de poder, la voluntad de poder, incluso en la perspectiva positiva, de querer hacer cosas, una vez estando en el poder.

Ahora, sí es interesante ver que en estos debates o en esto de marcar diferencias para atraer votos para la primaria, en este caso, se expresan algunas diferencias que pueden ser relevantes a la hora de gobernar.

 Y yo creo que ante esa, que algunos llaman amenaza, realidad, póngale el adjetivo que usted quiera, los sectores que son más de centro, llámese las centroderechas, los socialismos democráticos, están apuntando a diferenciarse con esos otros grupos para poder ponderar la importancia de los acuerdos y del diálogo y marcan las diferencias con ellos.

Por eso, por ejemplo, se puede ver que Evelyn Matthei ha peleado más con Kaiser y con Kast que con Carolina Tohá.

Y por eso se puede ver que Carolina Tohá se está intentando enemistar, o sea, enemistada ya, de cuajo, con Jeannette Jara y con Gonzalo Winter. Porque ve en ellos a su principal competencia.

 Lo que hace una pregunta anterior y es preguntarse si sigue existiendo el centro. O sea, ¿existe el centro? ¿O cómo se le puede hablar a personas que se sientan de centro? 

Porque esas personas de centro son las mismas que se desencantaron de la concertación y dejaron, y la mejor expresión de aquello es la democracia cristiana, que vivía un partido irrelevante, y yo podría decir camino a la extinción, a no ser que haya un vuelco.

Si hubiese una primaria dividida en la derecha, con todos los candidatos de derecha, ¿de qué estarían hablando? ¿También habría un discurso de sectores más de derecha diciendo que hay que votar por esto porque está el peligro de que por el otro lado salga la candidata del Partido Comunista? ¿Hay una retroalimentación, a lo menos, discursiva?

Revisa el análisis completo en el video.

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En las primarias del oficialismo, la diferenciación entre los candidatos ha generado tensiones inesperadas, con Carolina Tohá del Socialismo Democrático expresando su preferencia por un progresismo que no incluya al Partido Comunista en el gobierno. Este enfoque contrasta con la historia reciente de Chile, donde el Partido Comunista ha tenido presencia en el poder. Las disputas entre los candidatos reflejan la búsqueda de apoyo electoral, especialmente entre sectores de centro que buscan distanciarse de posturas más extremas. La competencia se intensifica, con Matthei confrontando a Kaiser y Kast, y Tohá rivalizando con Jara y Winter.

La política gira en torno a distintos temas. Pero recordemos que el próximo fin de semana hay primarias en el oficialismo, y los candidatos, más allá de que forman parte del mismo pacto político, tienen que diferenciarse para capturar votos. 

El punto es que esa diferenciación ha llegado a puntos de tensión que yo creo que en un momento no se imaginaban, porque el mismo oficialismo tomó estas primarias y aseguró… dijeron, esto muestra la gobernabilidad que la derecha no te ofrece, porque la derecha no logró conseguir primarias y nosotros sí.

Pero ahora, mirando las declaraciones, los auditores también las escucharán, uno se pregunta, ¿qué gobernabilidad te puede ofrecer una coalición que plantea.

Por ejemplo, lo dijo ayer Carolina Tohá, candidata del Socialismo Democrático, en una entrevista entre Bío Bío y Mega, en la que plantea y dice, no soy partidaria de que el Partido Comunista gobierne al país, lo mejor para el país es que tengamos un progresismo encabezado por los sectores o el proyecto que mi mundo representa.

Lo que pasa es que ahí uno podría rápidamente hacer algunas predicciones, porque el Partido Comunista ha gobernado el país, lo ha gobernado durante esta administración y durante Michelle Bachelet.

Pero hablan de no encabezar.

El poder, la ambición de poder, la voluntad de poder, incluso en la perspectiva positiva, de querer hacer cosas, una vez estando en el poder.

Ahora, sí es interesante ver que en estos debates o en esto de marcar diferencias para atraer votos para la primaria, en este caso, se expresan algunas diferencias que pueden ser relevantes a la hora de gobernar.

 Y yo creo que ante esa, que algunos llaman amenaza, realidad, póngale el adjetivo que usted quiera, los sectores que son más de centro, llámese las centroderechas, los socialismos democráticos, están apuntando a diferenciarse con esos otros grupos para poder ponderar la importancia de los acuerdos y del diálogo y marcan las diferencias con ellos.

Por eso, por ejemplo, se puede ver que Evelyn Matthei ha peleado más con Kaiser y con Kast que con Carolina Tohá.

Y por eso se puede ver que Carolina Tohá se está intentando enemistar, o sea, enemistada ya, de cuajo, con Jeannette Jara y con Gonzalo Winter. Porque ve en ellos a su principal competencia.

 Lo que hace una pregunta anterior y es preguntarse si sigue existiendo el centro. O sea, ¿existe el centro? ¿O cómo se le puede hablar a personas que se sientan de centro? 

Porque esas personas de centro son las mismas que se desencantaron de la concertación y dejaron, y la mejor expresión de aquello es la democracia cristiana, que vivía un partido irrelevante, y yo podría decir camino a la extinción, a no ser que haya un vuelco.

Si hubiese una primaria dividida en la derecha, con todos los candidatos de derecha, ¿de qué estarían hablando? ¿También habría un discurso de sectores más de derecha diciendo que hay que votar por esto porque está el peligro de que por el otro lado salga la candidata del Partido Comunista? ¿Hay una retroalimentación, a lo menos, discursiva?

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