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El historiador Alejandro San Francisco analizó en La Entrevista de Tomás Mosciatti la segunda vuelta presidencial y las razones del triunfo de José Antonio Kast, junto con las consecuencias políticas para la izquierda, el reordenamiento de la derecha y los desafíos que enfrenta el próximo gobierno.
El desgaste de la izquierda
San Francisco sostuvo que la victoria de Kast se explica, en primer lugar, por el desgaste del bloque de izquierda. A su juicio, la candidatura de Jeannette Jara cargaba con “dos grandes mochilas”: el gobierno de Gabriel Boric y el proceso iniciado tras el 18 de octubre, además de su militancia comunista, factores que dificultaron ampliar su base electoral. “El discurso socialdemócrata no penetró y además está venido a menos”, afirmó.
En ese contexto, planteó que el resultado se definió tempranamente. “Da la impresión de que esta elección se resolvió en la primera vuelta”, señaló, agregando que tras el paso de Kast al balotaje “ya estaba claro que era el presidente”. Según explicó, las encuestas posteriores a la primera vuelta no variaron y los debates no alteraron el escenario. “El 16 de noviembre Kast fue electo simbólicamente presidente de la República y el 14 de diciembre en efecto fue elegido”, dijo.
El factor Kast y el trabajo territorial
El historiador destacó el trabajo político sostenido del líder republicano en los últimos años, diferenciándolo de Chile Vamos. Afirmó que Kast consolidó su proyecto desde la separación del sector y que su campaña se caracterizó por un despliegue territorial constante. “Ese trabajo en terreno creo que es el que define a Kast”, indicó, asociándolo a una imagen de cercanía con problemas cotidianos como salud y educación.
San Francisco también abordó el clivaje que marcó la elección. A diferencia de procesos anteriores centrados en la dicotomía democracia-dictadura, afirmó que esta vez el eje fue “izquierda, 18 de octubre, convención constituyente, Gabriel Boric versus todo el resto”. En su análisis, Kast logró imponerse al asociar a sus adversarios con ese ciclo político.
Al evaluar el resultado de la izquierda, sostuvo que la derrota fue de gran magnitud histórica. “Es la diferencia más grande y dramática para la izquierda desde el regreso a la democracia”, afirmó, y subrayó el simbolismo de que Jara obtuviera un porcentaje inferior al alcanzado por Pinochet en el plebiscito de 1988.
Sobre la conformación del próximo gobierno, advirtió riesgos como la tecnocracia, el vaciamiento del proyecto republicano y la elitización. Planteó que la cercanía territorial y la diversidad social serán claves para evitar un desgaste temprano. “La clave política es tan relevante como la económica-social”, sostuvo.
Finalmente, al proyectar el escenario opositor, señaló que el liderazgo aún está en disputa y que podría emerger desde el Partido Socialista más que desde el Partido Comunista. Aun así, llamó a la cautela frente a proyecciones de largo plazo. “En cuatro años pueden pasar muchas cosas”, concluyó.