Una sólida posición al interior de la coalición oficialista ha sido golpeada recientemente por el Caso Jadue, investigado por delitos de corrupción.
El Partido Comunista de Chile, que durante esta semana celebró su aniversario 112, vivió recientemente un golpe al ver a uno de sus líderes caer en prisión preventiva, en el marco de la investigación por delitos de corrupción.
La institucionalidad del partido se manifestó a favor del Daniel Jadue, defendiendo su inocencia e incluso acusando “persecución política” por parte del Poder Judicial. Sin embargo, no todos se sumaron de manera tan férrea a esta fuerte crítica, ni se pronunciaron en esos términos.
Históricamente, el partido ha tenido una estructura vertical y piramidal. Adicionalmente, ha tenido siempre un funcionamiento dogmático y más bien rígido. No obstante, pareciera ser que el PC está dividido internamente; hay una enorme lista de militantes incómodos por las decisiones de Lautaro Carmona, quien ha demostrado liderar y administrar de una forma muy distinta a Guillermo Teillier.
Cabe destacar que, pese a este juicio en particular, que impactó notablemente en el colectivo, el Partido Comunista está actualmente muy bien posicionado en la coalición oficialista. Importantes cargos tanto en el Poder Ejecutivo como en el Congreso evidencian lo señalado.
Existe una corriente más “frenteamplista”, entre cuyos miembros se podría mencionar a la vocera de Gobierno, Camila Vallejo, así como también a algunas parlamentarias. Los de esta tendencia, han tomado distancia del alcalde Jadue desde hace años.
El presidente Carmona apoyó a Jadue sin consultar al resto de los militantes si están de acuerdo, lo cual podría ser reprochable; pero a la vez, va en la línea de cómo ha operado siempre el PC, un partido en donde si bien pueden haber debates internos, no existen elecciones ni mayor aceptación a diferentes tendencias entre sus miembros.