Muchas veces la realidad supera a la ficción y una muestra de aquello es la red de mentiras que sacudió a la sala de guionistas de Grey’s Anatomy.
Resulta que en 2022, la icónica serie protagonizada por Ellen Pompeo, vivió su episodio más dramático, después que la escritora Elisabeth Finch, fuera descubierta por inventar que padecía un condrosarcoma, un cáncer poco frecuente que afecta a los huesos.
De esta manera, la guionista que ya había trabajado en The Vampire Diaries y True Blood, tomó supuestos hechos de su vida, para escribir 13 episodios del drama médico.
Durante siete años, Elisabeth Finch, trabajó en Grey´s Anatomy, donde utilizó su supuesta enfermedad para beneficio personal.
Elisabeth Finch y el cáncer que nunca existió
El sueño de Elisabeth era ser guionista de televisión. Desde pequeña, en su natal Cherry Hill, Nueva Jersey, sabía que tenía un talento para las letras, en la que imaginar historias era su pasatiempo favorito.
Graduada de la Universidad Carnegie Mellon, Finch se especializó en escritura creativa, una pasión que le permitió dar el salto a la televisión. Paulatinamente, su trabajo fue ganando reconocimiento, en especial, por inspirarse en dramas humanos, lo que derivó en su contratación para la serie creada por Shonda Rhimes.
Desde 2014, empezó a publicar ensayos y artículos relacionados con el condrosarcoma, mientras en la sala de guionista su conexión con el cáncer le permitía elaborar historias relacionadas con la enfermedad. Asimismo, en el capítulo “Anybody Have a Map?”, el personaje de Catherine Fox (Debbie Allen) tuvo el mismo cáncer de la escritora, quien empezó a ejercer una mayor influencia entre sus colegas.
En entrevista con Entertainment Weekly, Finch habló sobre su cáncer.“Tengo un pequeño tumor en la base de mi columna que no se reduce ni puede removerse. Recibo tratamiento y me realizan escaners frecuentes para asegurarme de que no crece. Soy una persona que vive con cáncer y puede que eso nunca cambie”, afirmó al principio del artículo, que buscaba concientizar sobre el cáncer que le aquejaba. “Soy fuerte, soy capaz. Puede que haya avances médicos, pero no puedo predecir el futuro. He hecho las paces con mi presente, soy una persona con una incapacidad, una persona que vive con cáncer”, repitió al medio estadounidense.
Con referencia a su historia personal, la guionista también relataba que sufrió de abuso psicológico y físico de parte de su hermano, Eric, quien supuestamente se había suicidado. “Se hizo amiga de personas muy empáticas y se aprovechó de esa empatía”, expresó Evgenia Peretz la periodista de Vanity Fair, que reveló la trama de mentiras en 2022.
Por otra parte, Kiley Donovan, una exescritora de Grey’s Anatomy que trabajó con Finch, afirmó que una vez divulgó que ella fue producto de una violación de su padre biológico contra su madre, siendo una inspiración para el capítulo “Silent All These Years”.
El escándalo estalla
Mientras el testimonio de Elisabeth era visto como un sinónimo de valentía, la trama de mentiras sumaba más episodios, uno más truculento que el otro.
Al respecto, la guionista afirmó que un amigo había fallecido en un tiroteo en la sinagoga Tree of Life de Pittsburgh, ocurrido en octubre de 2018. Según contó a sus colegas, tuvo que recoger los restos de su amigo, provocando en ella un Trastorno de Estrés Postraumático.
Luego, en mayo de 2019, Finch se internó en un centro para personas con problemas mentales en Tucson, Arizona, para comenzar un tratamiento para superar su trastorno, consignó Infobae.
En el centro médico, Elisabeth conoció a su futura exesposa Jennifer Beyer, a quien en un primer momento le comentó que su nombre era Jo Wilson, al igual que un personaje de la icónica serie de médicos.
Sin embargo, a los pocos meses de conocerse se comprometieron. Lo que parecía una relación idílica, pronto se derrumbó debido a las mentiras que rondaban la mente de la guionista. Así lo describió Beyer para el documental “Anatomía de Mentiras”, que narra la historia de Elisabeth Finch. “Cuando otra persona conseguía llamar la atención, se le disparaba algo… Ella necesitaba que la atención estuviera puesta solo en ella”, afirmó su exesposa.
En ese sentido, Beyer mencionó a Vanity Fair que notó a través de una publicación en Facebook que, el día en que Finch supuestamente había estado en la sinagoga, realmente estaba en una fiesta con amigos.
Así las cosas, fue Beyer quien alertó a Shonda Rhimes y a la productora ejecutiva de Grey, Krista Vernoff, sobre la mentira del cáncer. “Mucha gente ve a Elisabeth Finch y piensa: ‘Tengo miedo de esta persona, no sé de qué es capaz porque no es quien yo creía que era"”, dijo Peretz.
La explicación de Elisabeth Finch
En vista de la serie de mentiras pergeñadas por Finch, la primera reacción de Beyer fue de apuro y al mismo tiempo de miedo al percatarse de la conducta de su entonces esposa.
Por lo mismo, Jennifer recopiló con fotos y videos las actividades de Elisabeth, que se excusaba muchas veces de que tenía ir a quimioterapia e incluso argumentaba que debía ausentarse para ir a terapia a la Clínica Mayo.“Siempre tenía alguna tragedia o dificultad extraña en su vida”, expresó un colega. “Cosas que no le pasan a otras personas le pasan a ella todo el tiempo”, detalló a The Ankler.
Beyer, afirmó en el documental que “conocí a una mujer en una institución mental y la dejé entrar a mi casa. La dejé introducirse en la vida de mis hijos. Me mentía y yo no me daba cuenta de nada”, comentó estupefacta.
A todo esto, durante los años en que estuvo trabajando en la serie, Finch se colocaba un catéter falso en el brazo y se afeitaba el pelo para simular que estaba en quimioterapia. Además, según comentaba, había perdido un riñón debido a la quimioterapia. También llegó a decir que fue obligada a abortar, destacó un reportaje publicado por The Ankler.
En una declaración publicada en Instagram, Finch se disculpó por las “falsedades” que afectaron a sus amigos, familiares y personas cercanas. En el texto, Finch pidió disculpas por el daño causado a su entorno: “‘Lo siento’ parece una palabra insignificante comparada con lo que he hecho, pero es la más sincera. Me atrapó en la adicción a las mentiras, traicionando y traumatizando a mis amigos, familiares y colegas más cercanos”.
En la actualidad, Finch permanece alejada de las cámaras, soñando que un día podrá volver a escribir con sus colegas, a quien consideraba una auténtica familia.