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Las claves de la exitosa fórmula islandesa: cómo ha resultado la semana laboral de 4 días

13 julio 2025 | 07:01

A seis años de que Islandia implementara un plan piloto para acortar la jornada laboral a cuatro días y que posteriormente derivó en una política estatal, la medida ha tenido un éxito sin precedentes en esta isla europea.

En la actualidad, los empleados del país nórdico trabajan 36 horas semanales, lo que genera un impacto positivo en la productividad. De esta manera, al tener una jornada laboral más corta —donde se trabaja 4 días y se descansa 3— el 86% de los empleados de Islandia tienen acceso a una jornada reducida de hasta 35 horas semanales.

Islandia, que cuenta con 388.790 habitantes, ha mantenido este plan como una política estatal.

Al respecto, el piloto que se realizó entre 2015 y 2019 en el Ayuntamiento de la capital, Reykjavik, y con varios trabajadores del sector público, tuvo la participación total de más de 2.500 trabajadores, o sea, el 1% de la población activa de Islandia.

Islandia: Las ventajas de trabajar cuatro días

A propósito de la medida, cabe mencionar que fue implementada sin una reducción al sueldo, por lo que implicaba que los trabajadores tenían la misma carga laboral pero repartida durante las diferentes horas del día.

En ese sentido, ellos acotaron las reuniones laborales y las organizaron en un mejor horario para privilegiar la productividad.

De esta manera, la calidad de vida, se ha visto beneficiada. Por ejemplo, este cambio ha permitido equilibrar de buena manera la vida profesional y personal.

“Aquí hay mucha igualdad, no es que el hombre sea más que la mujer”, afirmó Viviana Viveros a BBCL, una chilena que se encuentra radicada en tierras islandesas. Incluso el país, hoy es pionero en obligar a las empresas a declarar que pagan equitativamente a hombres y mujeres.


Por otra parte, María Hjálmtýsdóttir, quien trabaja como profesora en una escuela secundaria de Kópavogur, Islandia, expresó su alegría porque la medida impulsó la vida familiar de los trabajadores, en especial, de las mujeres.

“Anteriormente, era más común que las mujeres en Islandia trabajaran a tiempo parcial para poder compaginar sus compromisos familiares y laborales”, afirmó al principio de la entrevista con The Guardian.

“Desde 2019, esto ha supuesto un avance hacia una mayor igualdad, ya que nuestra semana laboral más corta también ha permitido que quienes trabajaban 36 horas a tiempo parcial (en su mayoría mujeres) tengan un trabajo a tiempo completo con el mismo horario. Además, los trabajos a tiempo completo ofrecen mejores salarios y condiciones laborales, con el mismo horario que antes”, sostuvo Hjálmtýsdóttir al matutino británico.

“El cambio también ha dado a muchos hombres que siempre estaban estancados en el trabajo la flexibilidad de estar más involucrados en la vida diaria de sus hijos”.

María Hjálmtýsdóttir, gracias a que tiene una jornada laboral flexible, puede acomodar sus horas y concentrar el trabajo en ciertos momentos del día, lo que le permite tener libre los mismos días que su esposo.

Cambio de hábitos

Si bien el reajuste más relevante ocurrido pasa por la disminución de 40 a 35 horas, un cambio considerable es la modificación de las reuniones de trabajo.

De acuerdo con el Ministerio de Industrias e Innovación, las reuniones suelen ser “breves y concisas”. También es socialmente aceptado que las reuniones se desarrollan en un ambiente informal, durante un almuerzo o un café.

Según un informe de la Asociación Islandesa por una Democracia Sostenible (Alda) y el laboratorio de ideas británico Autonomy, los empleados aseguraron sentirse menos estresados, menos propensos al síndrome de burnout y con una mejor conciliación entre el trabajo y la vida personal, según detalló la BBC.

Will Stronge, director de investigación de Autonomy, afirmó que “este estudio muestra que el mayor experimento del mundo de reducción de la jornada laboral en el sector público fue, de acuerdo a todos los parámetros, un rotundo éxito”.

“Demuestra que el sector público está listo para ser pionero en reducción de semanas laborales y que otros gobiernos pueden aprender algunas lecciones”.

Gudmundur D. Haraldsson, investigador en Alda, aseveró que “la reducción de semana islandesa nos dice que no solo es posible trabajar menos en estos tiempos, sino que también lo es el cambio progresivo”.

Asimismo, el nuevo enfoque se reduce en potenciar la autonomía de los trabajadores. De hecho, el 65% de los trabajadores islandeses dice que no volvería jamás a una semana de cinco días, recogió una nota de Forbes.

A todo esto, desde 2021, los sindicatos comenzaron a negociar una semana de cuatro días, lo que permitió que el 51% de los empleados aceptara las nuevas condiciones laborales.