El pasado jueves 14 de diciembre, se dio a conocer la caída de una extensa red que defraudó al fisco por más de 240 millones de pesos. Según constató la Unidad de Investigación de BíoBíoChile, su modus operandi se extendió por todo el país e incluyó el empleo de datos personales falsos de terceros para constituir sociedades “fantasmas”. ¿Qué es una sociedad fantasma?
Una sociedad o empresa fantasma, también conocida como empresa pantalla o empresa de papel, es un término utilizado para describir una entidad comercial que existe sin actividad económica, operaciones comerciales legítimas ni activos significativos.
Si bien estas empresas no son ilegales en sí, muchas veces suelen crearse con el propósito de ocultar actividades irregulares o fraudulentas, evadir impuestos o lavar dinero.
¿Qué es una empresa fantasma?
Según constata el sitio web Rankia, la principal característica de una empresa fantasma es la falta de una actividad empresarial real. Aunque puede estar registrada legalmente y tener un nombre, dirección y propietarios, no lleva a cabo ningún negocio real.
Sus características principales son:
– Falta de sustancia: Una empresa fantasma no tiene una presencia física, es decir, no cuenta con oficinas, empleados, ni bienes tangibles como maquinaria o vehículos. Solo existe en papel.
– Opacidad: Estas empresas suelen tener estructuras complejas y poco transparentes, lo que dificulta rastrear a sus propietarios y responsables. Esto puede ser un mecanismo para ocultar la identidad de las personas involucradas en actividades ilegales.
– Creación y disolución rápidas: Las empresas fantasma suelen crearse y disolverse con rapidez para llevar a cabo operaciones puntuales y luego desaparecer, evitando así ser detectadas por las autoridades.
– Uso de paraísos fiscales: En muchos casos, las empresas fantasma están registradas en jurisdicciones conocidas como paraísos fiscales, que ofrecen ventajas fiscales y un alto grado de confidencialidad.
– Finalidades ilícitas: Aunque no todas las empresas fantasma están vinculadas a actividades ilegales, muchas de ellas se utilizan con fines de evasión fiscal, lavado de dinero, financiamiento del terrorismo o fraude.
Empresas fantasma en la “Operación Tributos”
Según dio a conocer BBCL Investiga, algunos de los imputados utilizaron datos personales falsos de terceros para constituir diferentes sociedades. A través de ellas, emitían facturas con operaciones comerciales inexistentes que les permitieron evadir impuestos por miles de millones de pesos.
También se detalló que estas personas lograron disminuir irregularmente su carga tributaria, tanto respecto del IVA como del Impuesto a la Renta. Algunas de las sociedades receptoras de las facturas falsas incluso obtuvieron devoluciones de impuestos que no les correspondían por concepto de IVA exportador.
El exfiscal, Carlos Gajardo explicó la magnitud de este caso, comparándolo con otros que han surgido en Chile. Señaló que en el Caso Penta se imputaron mil boletas falsas aproximadamente, mientras que en el Caso Factop fueron 9 mil.
El abogado indicó que este caso tributario “involucra 100 mil facturas falsas, según se ha conocido por la información preliminar, y un perjuicio fiscal aproximado de $240 mil millones (…) son varias teletones juntas“.
Se espera que gran parte de los detenidos sean formalizados por delitos tributarios, asociación ilícita, lavado de activos y declaración maliciosamente falsa en la exportación.