A medida que vamos envejeciendo pasamos por un proceso natural e inevitable que transforma nuestro cuerpo de formas visibles e invisibles. Más allá de las arrugas y el pelo canoso, existen cambios menos evidentes que pueden sorprendernos con el paso de los años.
Pero ¿existen otras formas inesperadas en las que cambiamos a medida que envejecemos? ¿Qué se considera normal y qué no? Esto es lo que estipularon expertos para The New York Times.
1. La voz también va envejeciendo
A medida en que envejecemos, nuestras cuerdas vocales también lo hacen. Estas se vuelven más delgadas y menos flexibles y es posible que no funcionen con la misma firmeza con que lo hacían antes, es decir, nuestra voz puede cambiar y hacerse más débil o áspera, asegura Ted Mau, director del centro de la voz del UT Southwestern Medical Center.
Sin embargo, esto puede afectar a hombres y mujeres de distintas formas. A medida que los hombres envejecen, quienes tenían una voz grave pueden notar que esta se vuelve más aguda.
En cambio, en las mujeres, es debido a los cambios hormonales que pueden presentar un cambio en su voz haciéndose más grave. El especialista recomienda atenderse con el otorrinolaringólogo si es que este cambio es brusco o afecta tu bienestar.
2. Cuando envejecemos la estatura disminuye
Es muy común que a partir de los 40 años comencemos a perder estatura. Ya para cuando estamos en nuestros 70′, los hombres podrían perder un promedio de 2.5 centímetros y las mujeres 5.
Ardeshir Hashmi, jefe de área del Centro de Medicina Geriátrica de la Clínica Cleveland, asegura que hay varias razones por las cuales nos encogemos a medida que envejecemos. Con la edad, perdemos hueso y cartílago en las vértebras de la columna, lo que puede hacernos más bajos
Además, los músculos abdominales y lumbares que rodean la columna pueden debilitarse, lo que dificulta mantenerla erguida. Incluso el aplanamiento de los arcos de los pies con el paso del tiempo puede contribuir a la pérdida de estatura, añadió Hashmi.
3. Las migrañas podrían disminuir
Lo bueno es que no todo es negativo. Las mujeres normalmente tienden a sufrir más migrañas que los hombres, en algunos casos mucho más intensas incluso. Sin embargo, estas pueden disminuir con la menopausia.
La neuróloga de Penn Medicine, Seniha Nur Ozudogru, dijo para NYT que “La mayoría de las mujeres refieren que sus migrañas mejoran”. Además, agrega que estas “Han reducido la frecuencia, la gravedad, e incluso puede que ya no tengan ataques de migraña”.
Con la edad, pueden padecer migraña sin las molestias que la acompañan como dolor de cabeza o náuseas.