A cinco años de su fallecimiento, este martes ante el Cuarto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago comenzaron los alegatos de clausura del juicio oral por la muerte de Lissette Villa, niña de 11 años que murió en abril del 2016 al interior de un centro del Sename, el Cread Galvarino.
El Ministerio Público ha formalizado a cuatro funcionarias del centro por este caso. A dos de ellas, Connie Fritz y Thiare Oyarce, quienes ese día estaban a cargo de los niños, se les acusa a por apremios ilegítimos y la Fiscalía pide siete años de cárcel.
Según la causa, en respuesta a actos de desobediencia de la niña, Oyarce habría reducido a Villa sujetando sus extremidades inferiores, causándole lesiones.
Por su parte, Fritz, “quien la fecha de los hechos pesaba cerca de 90 kilos, se subió sobre la niña y con su cuerpo presionó fuertemente la espalda y tórax de Lissette contra el suelo. Con sus manos le sujetaba sus extremidades superiores para mantenerla inmovilizada”.
Las cuidadoras continuaron ejecutando estas acciones incluso cuando Lissette “les gritaba que la soltaran. No obstante, persistieron en su actuar durante varios minutos, conducta imprudente que las acusadas mantuvieron hasta que la niña falleció”.
En tanto, el tribunal llamó a alegar sobre una posible recalificación de delitos, incluyendo el tipo penal de homicidio y cuasidelito de homicidio, los que no estaban en la acusación.
El abogado representante de la madre de Lissette Villa, Sebastián Lafori, sostuvo que si no hay justicia irán a tribunales internacionales.
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Las otras dos funcionarias son Jéssica Figueroa, coordinadora de turno; y Mónica Monje, exdirectora del Cread Galvarino, a quienes se les acusa de no haber evitado la muerte de Lissette.