A casi un año de la denuncia por abuso sexual y violación que terminó con Manuel Monsalve fuera del gobierno, en dos distintos recintos penitenciarios y actualmente con arresto domiciliario, el exsubsecretario dio su versión.
Monsalve sostiene que “cometí un error que me puso en una situación en la que nunca pensé estar, pero no cometí un delito”.
En entrevista con La Tercera, el exsubsecretario explica, de acuerdo con su visión, lo que ocurrió y cómo ha pasado estos meses tras la denuncia.
“Jamás debía salir con una persona que trabajaba conmigo. Cometí un error, no ponderé ni el peligro ni los riesgos que eso implicaba. Y respecto a lo de andar por el centro de Santiago (…) Eso muestra un estado de desorientación. En un estado de lucidez no habría ocurrido nunca, porque conocía los riesgos que implicaba transitar de noche por el centro de Santiago”, inicia diciendo, sobre la noche del 22 de septiembre de 2024.
Consultado sobre cómo llegó a tener esa primera salida al Costanera Center con una subalterna, el exmilitante del PS asegura que se dio “Por una serie de conversaciones que, como yo las interpreto, mostraban un interés mutuo de encontrarnos fuera del ámbito laboral con un fin de carácter social. Hay whatsapps entre ambos que muestran disposición mutua de encontrarnos voluntariamente y es así como se acuerda ese almuerzo”.
En la cronología de la denunciante se indica que en esa salida Manuel Monsalve la intentó besar. Frente a ese relato, Monsalve discrepa.
“Nunca en mi vida me atrevería a darle un beso a una mujer sin su consentimiento. Estábamos sentados en un césped, en un lugar público, con gente transitando. Yo, en el cargo de subsecretario, iba a darle un beso a una mujer sin su consentimiento sin saber cómo iba a reaccionar, que pudiera rechazarme, gritar, pedir ayuda es como de poco sentido común. Lo describo en mi declaración, no quiero entrar a los detalles, pero creo que hay preguntas que se me hacen en ese momento que generan una condición de mayor intimidad y que terminan en esa situación mutua”, cree.
Complementa que “Digo que es un error porque genera riesgos que tienen consecuencias y no me debía haber expuesto a ese riesgo. Lo que puedo decir es que nunca hubo ningún tipo de presión”.
“No fue una conversación laboral”
El exsubsecretario sostiene que ese almuerzo en el Costanera Center “No fue una reunión laboral. No estoy aquí ni para victimizarme ni para atacar a nadie. Lo que sí puedo reiterar es que fueron casi seis horas en las que no se habla de nada que tenga que ver con trabajo”.
De hecho, agrega, de acuerdo con su relato, que en las semanas entre ese encuentro y el del 22 de septiembre en el restaurante Ají Seco Místico, sintió que hubo una “relación cercana”.
“Lo que uno puede ver en las conversaciones posteriores por WhatsApp es una relación cercana, cordial, de colaboración. O sea al día siguiente, el primer mensaje es ‘Buenos días subse, ¿cómo está?’ Y se empieza una coordinación respecto a cuestiones que ocurrían en el día a día. No había ninguna señal de incomodidad”, asegura.
En ese sentido, piensa que en esa cena del 22 de septiembre, “Ninguno quería que eso ocurriera”, refiriéndose a “embriagarse, ni permanecer cuatro horas y media en un restaurante”, porque, argumenta, “ella también tenía obligaciones al día siguiente”.
“¿Cómo llegamos entonces a una situación como esa? Es una pregunta que todavía no es aclarada. A medida que ha pasado el tiempo y se han ido agregando elementos, mi sospecha era la posibilidad de ser drogado o de la intervención de terceros ¿Cómo perdimos la memoria? ¿Por qué no se dio la boleta? ¿Por qué el garzón dice que no estaba cuando en realidad sí estaba? ¿Por qué nadie se acuerda de que alguien haya salido ebrio? Todo es extraño”, asegura.
Continúa su relato refiriéndose a la versión del taxista.
“¿Qué dice el taxista? Dice: se subieron al taxi, que ella lo trataba de “amor”, ella le toma la mano. Dice “nunca vi forzar al otro ni verbal ni físicamente”. Él llega a la conclusión que éramos pareja. Cuando vamos al hotel, el taxista dice que quería que él la acompañara a subir. Él le da una interpretación a eso como que a lo mejor ella estaba incómoda. Pero es una interpretación. Esas son discusiones que son parte del debate jurídico, será parte de la discusión en el juicio oral”, explica.
Así también aclara que “Si se acoge mi versión, no hay delito. Si se acoge la versión de quien denuncia, hay un delito. Hay dos versiones distintas en un espacio donde no hay testigos”.
“Hay que ser más equilibrado”
Respecto a la reacción del gobierno en su caso, Monsalve cree que “Hay que ser más equilibrado. No en mi caso, en todos los casos”.
“Soy muy respetuoso del derecho de las personas a denunciar. Cualquier persona que se sienta víctima de un delito no solo tiene el derecho, sino la obligación de denunciar y tiene que ser investigado. Pero eso no puede anular el derecho a la defensa de la persona que es acusada. Ese equilibrio es muy importante para el Estado de derecho. Me hubiese gustado que la reacción del gobierno fuera más equilibrada”, sostiene.
Manuel Monsalve siente que “no se ha respetado con rigurosidad el principio de objetividad. O sea, es válido que la Fiscalía investigue todo aquello que permita culparme, pero legalmente es obligatorio que investigue todo aquello que permita exculparme y probar mi inocencia. Estoy convencido que mientras más se conozca la verdad, más posibilidades tengo de defenderme”.
En relación a su actitud después de la denuncia y durante el proceso de investigación, Monsalve aclara que su intención ha sido colaborar con la justicia y descarta actuar como si estuviera intentando encubrir algo.
“Alguien que comete un delito, ¿va a la Policía de Investigaciones para que averigüe lo que pasó? ¿Hay alguna instrucción mía para tapar lo que pasó? Ninguna. Ni de la directora de Inteligencia, ni de los funcionarios de Investigaciones que van al hotel o que van al restaurante ¿Cuál es la acción de ocultamiento que se les instruyó a ellos? Ninguna ¿Hay alguna evidencia que demuestre que se manipuló o se alteró alguna evidencia? Ninguna ¿Cuál es la instrucción que indican que reciben por parte de la jefa de Inteligencia los funcionarios de la PDI? Aclarar si el subsecretario había sido drogado o no. Y ver el estado de bienestar de la persona que había salido a comer con él. Esas son las instrucciones. Además son los hechos, porque no hay alteración de ninguna evidencia”, sostiene.
En esa línea, consultado por el informe que le entregó la PDI luego de que él pidiera revisar las cámaras después del 22 de septiembre, indica que de acuerdo con ellos, no hay nada que les parezca sospechoso.
“Se me dice que en esa imagen no hay nada que les parezca sospechoso. Pero a mí me sigue pareciendo extraño que aparezca caminando, interactuando con otra persona y no tenga memoria. Y lo que hago es entregarle mi teléfono para que sea periciado por la PDI ante la eventualidad de que pudiera haber sido intervenido. La jefa de Inteligencia me dice que cuando los funcionarios de la PDI van al hotel a pedir copia de las imágenes de esos días, los trabajadores le informan a la PDI que ya vino Carabineros a recuperar imágenes de los mismos días”.
Comunicación con Boric y Tohá
Sobre su comunicación con el Presidente Gabriel Boric y la entonces ministra del Interior, Carolina Tohá, Monsalve afirma que fue el Presidente quien lo informó de la denuncia.
“Me enteré el martes 15 de octubre, el Presidente me llama. Dice que tiene que conversar conmigo. Yo estaba en Valparaíso y quedo de ir a La Moneda. No me dice el motivo. Nunca me imaginé que era por eso, pensé incluso que era por las conversaciones de quién se iba, quién no se iba. Cuando iba de vuelta, ya había hablado con Investigaciones, tenía la primera entrega de información de Cristina (Vilches) y ese día llamo a Gabriel (De la Fuente) y le pido una reunión con la jefa jurídica del ministerio con el objeto de informarle. Y después de eso me voy tarde donde el Presidente. Le digo ‘mire Presidente, tengo que contarle algo’. Él me dice ‘la denuncia’. Le digo, ‘¿de qué denuncia me habla?’. Me dice, ‘hay una denuncia contra ti’. Me empieza a contar, en ese momento me entero”, se explaya.
El exsubsecretario cuenta, sobre la impresión del presidente, que “Creo que también estaba sorprendido. Independiente de cómo se haya actuado después de la denuncia, era impensado adjudicarme una conducta de esa naturaleza. Todos me conocían. Él también estaba en una situación inesperada. Pero él se preocupa mucho de mi familia. Me dice, ‘¿tu familia sabe?’ Yo le digo, ‘no, no sabe’. Me dice, ‘tienes que hablar con ella’. ‘Es difícil, le dije, mi familia está en Concepción’”.
Posteriormente, y minutos antes de que la denuncia se revelara por La Segunda, afirma que estaba hablando de este tema con la entonces ministra del Interior, que no le pidió la renuncia en ese momento, de acuerdo con lo que indica Monsalve.
Cabe recordar que en junio de 2025 el exsubsecretario del Interior interpuso un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago para anular el sumario administrativo iniciado por la Contraloría General de la República.
Monsalve sostiene la existencia de un juicio oral pendiente, en el que se presentarán pruebas de descargo, pero que tendrá lugar una vez avanzado el proceso administrativo, impide que esos antecedentes puedan ser considerados en el sumario en curso. Esta situación, según se argumenta, vulnera el derecho al debido proceso, ya que expone al afectado a una posible sanción sin haber podido ejercer plenamente su defensa.
Y como punto principal, el exsubsecretario cree que la investigación carece de legalidad, ya que fue abierta después de su renuncia al cargo de subsecretario del Interior el 17 de octubre de 2024, tras la denuncia por violación y abuso sexual.
Sin embargo, el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, aseguró que la investigación se adoptó antes de acoger la renuncia del exsubsecretario.
“Estoy agotado emocional, intelectual e incluso físicamente”
Haciendo un resumen de lo que ha vivido durante estos casi 12 meses, Manuel Monsalve reflexiona y valora quienes han seguido a su lado.
“Estoy agotado emocional, intelectual e incluso físicamente. He pasado períodos de tristeza, frustración, dolor y rabia, pero también por momentos donde hay mucha determinación de salir adelante. Hay ciertas cosas que te permiten sostenerte. Mi familia ha estado conmigo desde el primer momento y ha habido gente que, a pesar de los duros cuestionamientos públicos, ha mantenido gestos de cariño y apoyo. Es una situación devastadora para todos los ámbitos de tu vida. Pero sigo con la determinación, por mi familia, de demostrar mi inocencia”, afirma.
En relación a su futuro, asegura que “a lo menos podría decirse que es incierto. Y creo que lo más relevante es demostrar mi inocencia”.