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Más allá de los yacimientos de gas: ¿Qué alimenta las crecientes tensiones entre Grecia y Turquía?

Por Matías Vega
La información es de Agence France-Presse

26 agosto 2020 | 12:03

Las tensiones entre Grecia y Turquía vinculadas a la delimitación de campos gasíferos en el Mediterráneo oriental han aumentado en las últimas semanas. Muchos otros asuntos envenenan las relaciones entre estos dos países, ambos miembros de la OTAN.

Fronteras marítimas

Turquía y Grecia, que estuvieron al borde de una guerra en 1996 a causa de dos islotes deshabitados en el mar Egeo, disputan desde hace décadas la extensión de sus aguas territoriales respectivas.

Grecia afirma que el derecho marítimo internacional le permite establecer en 12 millas náuticas el límite de sus aguas territoriales, contra seis actualmente. Lo que Turquía rechaza.

Ankara también rechaza toda pretensión de las islas griegas situadas frente a las costas turcas de disponer de una zona económica exclusiva, que cercenaría su acceso a los campos gasíferos del Mediterráneo y “encerraría a Turquía dentro de sus costas”, según el presidente Recep Tayyip Erdogan.

En noviembre de 2019, Ankara firmó un acuerdo de delimitación marítima con el gobierno oficial libio para brindar peso a sus reclamos en el Mediterráneo oriental. El texto despertó la cólera de Grecia que, para contrarrestar la maniobra turca, suscribió un acuerdo similar con Egipto.

Migrantes

Turquía, que alberga a casi cuatro millones de refugiados sirios en su territorio, es una de las principales rutas transitadas por los migrantes que aspiran llegar a Europa desde Oriente Medio, Asia, y también inclusive desde África.

En marzo de 2016, Turquía y la Unión Europea firmaron un controvertido acuerdo que permitió reducir significativamente el acceso de migrantes a Europa por esta ruta, a cambio de ayuda financiera de Bruselas a Ankara.

El tema de los migrantes se ha convertido desde entonces en un recurso de presión para Turquía cuando quiere ganarle alguna partida a Bruselas.

Así, descontento al no obtener el apoyo de la UE en su pulseada con Rusia en Siria, Erdogan ordenó en febrero abrir las fronteras y permitir el paso de migrantes hacia Grecia, provocando un flujo masivo hacia los límites entre ambos países de decenas de miles de personas.

Turquía también acusa a Grecia de la devolución ilegal de solicitantes de asilo en el mar, en tanto Atenas denuncia una campaña de “desinformación” liderada por Ankara sobre el tema.

Santa Sofía y el patrimonio bizantino

Recientemente, Turquía reconvirtió dos de las iglesias ortodoxas antiguas, icónicas de Estambul, Hagia Sophia (Santa Sofía) y San Salvador de Cora, en mezquitas.

Estas decisiones han provocado temores por la conservación de los mosaicos y frescos cristianos de estos edificios, puesto que el Islam prohíbe las representaciones figurativas.

Para muchos observadores, estas recientes conversiones de viejas iglesias bizantinas tienen como objetivo solidificar la base electoral conservadora y nacionalista de Erdogan, en un contexto de dificultades económicas agravadas por la pandemia de covid-19.

Grecia reaccionó con firmeza a las reconversiones, considerándolas una “provocación al mundo civilizado”.

Minorías

Turquía acusa con frecuencia a Grecia de discriminar a la minoría musulmana y de lengua turca que vive en su territorio.

Ankara denuncia sobre todo el cierre por parte de Grecia de algunas escuelas pertenecientes a la comunidad turco-hablante.

Por su parte, Atenas reprocha a Turquía impedir la apertura de una escuela del clero ortodoxo situada en una isla frente a Estambul.

El título “ecuménico” del patriarca ortodoxo griego de Estambul también es rechazado por Ankara, que niega concederle tal dignidad.

Intento de golpe de Estado en Turquía

Otro elemento de discordia es la huida hacia Grecia de ocho militares turcos acusados por Ankara de estar implicados en el intento de golpe de Estado de 2016.

En 2017, un tribunal griego rechazó la solicitud de extradición solicitada por de Ankara.

Los militares turcos habían negado cualquier participación en el intento de golpe y afirmaron que decidieron huir por temor a represalias.