Durante la noche del domingo, el actor chileno Gonzalo Valenzuela comentó las pérdidas que ha sufrido a lo largo de su vida, como la de su hermano mayor, sus padres y, de forma más dolorosa, su hijo Ringo.
En el programa De Tú a Tú, el intérprete conversó con Martín Cárcamo en donde mencionó uno de los momentos más difíciles que vivió en su relación con Juana Viale.
“Yo tengo una relación cercana con la muerte, no le tengo miedo, la respeto. Cuando pasó lo de Ringo fue durísimo”, comenzó contando, a lo que Cárcamo le pidió saber qué fue lo que pasó.
En esa rama, explicó que su hijo murió en el parto, apuntando que él y Viale vivían lejos, a 40 minutos de Buenos Aires.
“Fue una negligencia médica absolutamente. Yo veía a Juana que estaba en la tina con contracciones muy seguidas y la partera me decía que no fuera a la clínica, que fuéramos mañana”, narró.
Entonces, contó que la profesional “me mandó a comprar unos remedios, se los di. Como ella seguía igual, dije ‘no más’, la subí al auto y nos vinimos. Llegamos 10 minutos tarde”.
Según narró Valenzuela, las múltiples contracciones acabaron provocando que el bebé defecara dentro del útero, sufriendo el síndrome de aspiración de meconio.
De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, ocurre cuando el bebé acaba eliminando el mecomio (su primera deposición) en el útero cuando se encuentra bajo estrés y, al pasar al líquido amniótico circundante, puede ser inhalado por la criatura.
“Fue durísimo, pero lo primero para mí fue preocuparme de Juana, porque ella no tenía esa relación con la muerte”, comentó entonces Valenzuela, dando una reflexión sobre cómo ha vivido el duelo en su vida.
“El duelo es dejar que te duela y eso cuesta mucho (…) Como con mi madre, que hasta el día de hoy y hasta el día que me muera voy a estar con dolor”, admitió.
De todas formas, aseguró que “ese dolor hay que permitírselo”.
Las otras pérdidas de Gonzalo Valenzuela
Como el propio actor mencionó, la muerte de Ringo no fue su primer duelo familiar, ya que también sufrió la pérdida de sus padres y su hermano mayor, quien fue la influencia que lo llevó al teatro.
Nano, como Valenzuela lo llama, murió ahogado en la piscina de su casa cuando quiso darse un baño nocturno, sin nadie cerca. Entonces, Gonzalo, con 18 años, fue quien lo encontró.
“Fue terrible. Estaba durmiendo y escuché un grito, era la Margarita que trabajaba en la casa. Despierto, salgo a la piscina y veo al Nano flotando. Me quedé en el marco de la puerta mirando y aparece mi mamá”, relató.
Entonces, reaccionó a lanzarse al agua para sacar a su hermano de la piscina. “Vuelvo a mirar a mi mamá, y ella tenía 30 años más. Se le cayó la cara, los ojos, todo, era otra persona”, recordó.
“Con la muerte de mi hermano se fue todo al carajo. Mi mamá se deprimió mucho, no quería enfrentar la vida. Yo llegaba de la escuela y me encontraba con cada imagen, ella siempre estaba muy mal”, lamentó el actor, asegurando que la partida de Nano trajo una reunión con su padre.
Pese a que sus padres comenzaron a reconciliarse, poco después su papá fue diagnosticado con cáncer. Diez días después, su madre recibió el mismo diagnóstico.
Tras una corta agonía, ambos padres fallecieron con solo un mes de diferencia, cuando el actor tenía 23 años.