Tras su icónico paso por CHV con programas que pasaron a la historia televisiva como Espías del amor y Manos al fuego, César Antonio Campos está pavimentando su regreso ahora en Mega, se prepara para la cobertura de las elecciones y también para uno de los hitos más importantes de su vida: convertirse en padre.
En conversación con BiobioChile, habló de su presente laboral y, con mirada crítica, hizo un repaso por el estado de la televisión, los medios, la sociedad chilena y los problemas que la aquejan en pos de la próxima elección presidencial.
El periodista, que solía poner en juego el amor en la pantalla, dijo estar muy contento con el cambio de aires tras llegar al matinal Mucho Gusto. “Ha sido un bonito reencuentro más estable en la televisión”, manifestó.
Después de algunos proyectos por aquí y por allá, principalmente enfocados en bienestar animal, como su programa radial ADN Mascotas, por ejemplo, Campos retornó en un rol más estable en la televisión, justo en un momento de auge del entretenimiento, un área que ha disfrutado en carne propia.
En medio del regreso de los realities, la farándula y los programas nocturnos, dice que ahora quiere que las cosas fluyan: “hoy día no tengo esa ansiedad ni esas expectativas de querer hacerlo todo otra vez”.
En ese contexto reflexionó que “volver a pillar parejas, ¿tú crees que sería necesario?”, pero no descartó la idea, “no depende mucho de mí eso, depende de los programas de televisión que quieran desarrollar el proyecto, pero yo sí estaría disponible”.
En un tono más serio, el periodista abordó este retorno de la entretención y lo atribuyó a un fenómeno no forzado por la agenda televisiva, más bien como respuesta a la contingencia social.
“Hoy estamos en una sociedad muy politizada, estamos viviendo una crisis de seguridad que a nosotros nos tiene bastante agobiados, en el día a día, y claro, el revival de los programas de entretenimiento, de los programas que hacen que uno se desapegue del día a día, yo creo que tiene más que ver con una situación país”, apuntó.
“A las personas, el reality, los programas de baile, las teleseries, las sacan de las rutinas difíciles que tenemos hoy día. Y claro, cuando la situación es muy compleja afuera, o en la vida normal, vuelven los programas que permiten evadir esos momentos y dar momentos de entretenimiento”, añadió Campos.
—En ese sentido, ¿crees que la televisión abierta aún tiene un rol social importante?
R: La televisión sigue siendo un medio muy masivo, con una tremenda responsabilidad en las personas. Yo siento que sigue siendo un ente importante en el bienestar y la salud mental.
Antes teníamos rating de punto, ahora hace un par de meses que tenemos rating en miles de personas con otro sistema de medición, que confirmó finalmente que la televisión es un medio muy masivo, pero al mismo tiempo también tiene que ser responsable. Por eso que estos programas de entretención le dan alegría, le dan un espacio de distensión a las personas, para que uno se relaje, encapsule y se ría.
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*César Campos en Instagram (@cesarantoniocampos)
“Estoy un poco desafectado de la política en general”
Campos fue crítico con la tarea de los medios en tiempos de elecciones y dijo que “el mayor riesgo que hoy existe, en general, en términos de política, es que existan noticias falsas o que no son 100% verdad”.
“En el caso de los medios tradicionales hay estándares, pero en redes yo puedo escribir cualquier cosa, ver cualquier cosa. Yo creo que el mayor riesgo es que la gente desconfíe de los medios tradicionales para irse a los medios que manipulan, de cierta forma, sus emociones. Los llenan de negatividad, dicen que esto está todo mal, que no puedes salir. Yo creo que la cordura de la televisión, de los medios más tradicionales, debería primar, en todo este concepto”, puntualizó.
En este contexto, llamó a “salirnos de las concepciones extremas. Cuando dicen: ‘facho no sé cuanto’ o ‘la zurda no sé qué’, no contribuyen a nada. Hay que llegar a una conversación de qué visión de país queremos, cómo queremos vivir en los próximos años y salirnos de la trinchera, más que nada de las descalificaciones, que lo único que hacen es que no avancemos en nada”.
—¿Estás atento a la política ahora que hay que votar? ¿Qué piensas de los candidatos?
R: Efectivamente, porque ahora con el matinal me va a tocar trabajar para las elecciones, y hace muchos años que no lo hacía. Sí, mira, yo estoy un poco desafectado de la política en general. Tenía bastantes esperanzas en el ámbito de bienestar animal, ojalá se hubiese avanzado más en este gobierno, porque habían proyectos interesantes. Por ejemplo en el tema del rodeo, de los zoológicos, los santuarios, mejores leyes que protejan a los animales, aumento en las penas. Estoy bastante decepcionado del avance que ha tenido en estos ámbitos, y eso hoy día me tiene muy desorientado respecto hacia dónde poder mirar en estas elecciones.
Yo sé que uno puede decir ‘pucha, da lo mismo quien gobierne’, pero no es así. Finalmente la política es financiada por nuestros bolsillos, nuestros impuestos. Toda esa plata va a bolsillos de personas que deberían gobernar y mejorar el estándar del país y siento que no se está dando eso. Y no veo a ningún candidato que responda a estos grandes desafíos que tiene el país y me preocupa.
—¿Y ya elegiste al tuyo?
R: Estoy en la búsqueda. Evidentemente, por la trayectoria, por donde yo represento, por ejemplo: la defensa de los animales, la defensa de la diversidad; tiende a ser un proyecto más de centro izquierda, naturalmente, porque ahí están esas conversaciones.
Todos los temas de avance han sido frenados por grupos que supuestamente defienden las tradiciones, y no tiene nada de tradición votar por las carreras de los perros o seguir financiando el rodeo. No me ubico en ese lugar, no podría votar por alguien que defienda esos conceptos que para mi son sumamente importantes. Lo mismo con la diversidad, las personas que no aceptan otro tipo de familia, o personas que no aceptan que existen más personas alrededor, con distintas concepciones, con distintas miradas, no me ubicaría ahí.
—Los temas que más debaten son la crisis migratoria y de seguridad, ¿cómo ves estos problemas? ¿Tienen solución?
R: Yo creo que principalmente la crisis de seguridad, los candidatos la han tomado muy livianamente, con frases grandilocuentes, con ideas que no se van a concretar, con propuestas que suenan muy bien, pero que en la realidad no se pueden aplicar, porque están ligadas a acuerdos internacionales, a diferentes compromisos.
Se ha banalizado el tema de seguridad, que es algo tan importante para los chilenos y finalmente no veo tampoco cierta claridad en los candidatos respecto a estos temas.
A mí me encantaría que habláramos más de inteligencia policial. No sirve decir ‘vamos a poner 10.000 carabineros más en las calles’, cuando la solución no es esa. Pueden haber robos con 50.000 carabineros o con 300 carabineros. Tiene que ver con exigirle más a la política, trabajar en un plan o avanzar con el secreto bancario, abrir las cuentas, tener más información. No quedarnos con las esposas, no. Sino que de verdad los candidatos den respuestas concretas a las situaciones que pasan.
Hay muchas propuestas que se escuchan bien, pero no dan. Y por eso le digo a la gente siempre: ‘oye, mastique bien lo que le digan. No es llegar y votar porque el candidato le da una bolsa o porque le ofrece no sé qué cosa, no’. Uno tiene que ser reflexivo, tiene que hacerlo más que nada pensando en el bien de toda la comunidad, no pensando en el bien propio.
—¿Crees que hay algún tema importante que no estén abordando los candidatos?
R: La diversidad, la protección de la naturaleza y los ecosistemas, hay candidatos que dicen: ‘no, vamos a apurar todos los procesos que están lentos en permisología’. Ya, pero no es llegar tampoco y arrasar. Tenemos experiencia de situaciones horrorosas, zonas de sacrificio, para que decir Quintero, donde los niños tienen intoxicaciones, en Mejillones está lleno de contaminación.
Ahora quieren reactivar Dominga, solo por el ámbito de generar mucho. Mira, esta conversación la tuvimos hace mucho, en los 90’s, cuando Douglas Tompkins quería hacer el Parque Pumalin y la misma conversación se dio en ese momento: ‘pucha, el desarrollo del país, no se va a poder desarrollar eléctricamente’. Bueno, hoy día ese santuario es un ejemplo mundial de la preservación. No podemos seguir arrasando con quienes habitan o ser los únicos habitantes en el planeta.
Por ejemplo, o ampliamos el tema de la minería o de cierta forma cuidamos a las chinchillas que llegaron antes que la minería, esa es la restricción que hoy falta, la visión del país que queremos. ¿Hacia dónde queremos ir como país? ¿Queremos ser un país amable, habitable o queremos ser un país que esté contaminado o lleno de situaciones que no suman el bienestar ni del país ni del planeta?
—Mucha gente argumenta que esos proyectos energéticos y mineros generan empleos…
R: Toda la razón, eso es evidente, pero con un costo altísimo para el ecosistema, que son animales, por ejemplo, las ballenas, delfines que llegan ahí (La Higuera) y no pueden reclamar. Yo creo que ahí la solución es que el Estado vaya en ayuda de las personas de La Higuera, no decir ‘hagamos el proyecto y mala suerte arréglensela ustedes’. A eso voy con exigir a la política también, que estén a la altura.
Lo mismo que, por ejemplo, los incendios. Es lamentable que pasen 3 años y la reconstrucción vaya en un 10% ó 15%, no es presentable ni siquiera que esté en 50%, eso debió estar hace 2 años atrás. Al año siguiente. Esas desafectaciones me molestan. No se avanza en nada, no hay acuerdos en nada y la gente queda ahí tirada. Los ciudadanos quedan ahí tirados mientras ellos se ponen de acuerdo que una plata más, una menos.
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*César Campos en Instagram (@cesarantoniocampos)
César Antonio Campos y su camino a ser padre
Además de su rol como comunicador, César Antonio Campos es uno de los pocos rostros de la televisión nacional que pertenecen abiertamente a la comunidad LGTBIQ+. El periodista dice que si bien no se siente como un líder del movimiento, “desde el espacio en el que estoy, trato de visibilizar”.
—¿Te sientes conectado son la comunidad o que estás aportando?
R: No me siento que esté a altura o en la primera línea, yo trato de poder hacer entender a través de la experiencia propia, el ejemplo propio, que las personas LGTB, independiente de cómo se vistan, de cómo hablen o como se expresen, son personas igual que cualquier otra. No son extraterrestres ni extrañas, no se trata de gente extraordinaria, ni tampoco anormal. Yo creo que el aporte que finalmente yo hago a través de redes sociales, de expresarme, tiene que ver con eso, que en realidad somos personas comunes y corrientes, que tenemos visiones distintas respecto a quiénes amamos.
Activamente participo en las marchas, pero no liderando una corriente que en realidad siento que me queda grande a mí. Digamos, yo desde mi espacio, trato de aportar para que la sociedad sea más igualitaria y la gente entienda que las personas de la comunidad no son gente extraordinaria. Es gente común y corriente, que se viste quizas distinto, más estrafalario, qué se yo, pero no por eso vas a discriminar y decir este sí y este no.
—Has compartido en redes que estás en un proceso de adoptar, ¿cómo vas avanzando con eso?
R: Vamos bastante bien, estamos en el proceso de evaluación con el tema de la adopción, seguimos en un proceso de trabajo individual y en pareja y es sumamente provechoso, porque en realidad nos permite entender que es la adopción. ¿Qué es que un integrante humano llegue a la familia? Y eso es importante. Deberíamos tener novedades ya el próximo año, no es tan rápido, hay una serie de etapas y nosotros estamos cumpliendo cada una de la mejor forma.
En la medida que uno va avanzando, el proceso tiene sus tiempos. Hay que entender qué es la adopción, en el caso nuestro, tiene que ver con la reparación de un niño que viene dañado, que fue separado de su familia original. Entonces para recibir a un niño bajo ese prisma, los padres tienen que estar con las herramientas preparadas para ese proceso. Además de sumarle que uno tiene que estar preparado para ser papá.
Es todo un trabajo que hay que hacer, que a mí me ha gustado mucho, porque Mejor Niñez (el programa del Estado para la protección de niños vulnerables), lo hace con un equipo profesional sumamente calificado, tiene asistente social, psicólogo, que te van acompañando y te hacen ver esta situación.
Ojalá las personas, las familias heterosexuales o en general las familias que quieren tener hijos, de manera natural o de laboratorio, tuvieran esa preparación previa, de ir a cursos de cómo ser padres, un poco entendiendo a qué atenerse antes de asumir ese desafio que es ser papá y todo lo que conlleva.
—¿Qué opinas del vientre subrogado? Es un tema que se debate harto en la comunidad.
R: Yo personalmente lo respeto, pero no es de mi preferencia, hay muchos niños que están esperando una familia, hay muchos niños que no fueron deseados y que están hoy en hogares y esperan el calor de una familia.
Y hoy día, la gente por querer que el niño o niña tenga la sangre de uno, su ADN, sea parte, hacen ciertas cosas que siento yo, por lo menos para mí, no están en la linea moral que yo quisiera, no va por ese camino. Respeto a las personas que lo hacen, pero es bastante engorroso, es muy costoso, y más que nada siento que todo es artificial para mi. Más que el sistema, es que hoy día ya hay niños y espacio para una reparación, independiente de la situación de los pequeños.
—¿Siempre habías querido ser papá?
R: Esto se dio con el tiempo, hace 2, 3 ó 4 años atrás que se dio esa conversación. Ser padre es un momento especial que llega, no es que uno se proponga cosas. Llega en el momento que tiene que llegar, a veces puede ser antes, a veces después, pero siempre los niños en las familias son un regalo. Son un momento de inflexión, nuevas etapas, digamos, de la vida.