Tesla obtuvo un beneficio neto de US$1.373 millones en el tercer trimestre de 2025, un 37% menos que en el mismo periodo de 2024, por el aumento de los gastos operativos y el descenso de los ingresos por créditos fiscales regulatorios y pese al aumento de las ventas previas al fin de los incentivos a eléctricos en EEUU.
La caída de los beneficios netos se produjo a pesar de que los ingresos totales crecieron un 12% y alcanzaron los US$28.095 millones, impulsados por récords de entregas de vehículos y de despliegues de almacenamiento de energía, según su informe trimestral.
El resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado cayó un 9% interanual a US$4.227 millones.
Los resultados de Tesla llevan a una caída de sus acciones
Los resultados, especialmente las ganancias del fabricante de autos eléctricos de Elon Musk, no llenaron las expectativas de los inversores, mientras que la incertidumbre que deja ver el resto del informe dejó un “panorama que dejó dudas sobre el desempeño futuro de la empresa”, según el jefe de análisis de XTB Latam, Ignacio Mieres.
Según el experto, la primera reacción fue la venta de acciones. En las operaciones luego del cierre, los papeles del fabricante llegaron a caer un 1,50% según MarketWatch.
Reporte
Entre enero y septiembre, la compañía acumuló un beneficio neto de US$2.954 millones, lo que supone un descenso del 40,4 % respecto a los US$4.963 millones registrados en los nueve primeros meses de 2024.
En ese mismo periodo, los ingresos totales ascendieron a US$69.926 millones, un 4,8% menos que de enero a septiembre del año anterior.
El resultado operativo se situó en US$1.624 millones, un 40% menos interanual, con un margen operativo del 5,8%.
La compañía explicó que la reducción de la rentabilidad se debió principalmente al aumento de los gastos operativos, en particular los vinculados a inteligencia artificial, investigación y desarrollo, compensación en acciones y costes de reestructuración.
También influyeron menores ingresos por créditos regulatorios y por el software de conducción autónoma FSD, así como un mayor coste medio por vehículo, resultado de una menor absorción de costes fijos, el incremento de aranceles y una mezcla de ventas menos favorable, factores que solo fueron compensados parcialmente por el abaratamiento de materias primas.
El flujo de caja libre alcanzó un máximo histórico de US$3.990 millones, mientras que la liquidez total aumentó en US$4.900 millones hasta US$41.647 millones.
Incertidumbre por las cambiantes políticas comerciales de EEUU
La compañía afirmó en un documento para sus accionistas que aunque encara “incertidumbre” por las “cambiantes” políticas comerciales, arancelarias y fiscales, su objetivo es “el crecimiento y creación de valor a largo plazo”.
“Estamos realizando de forma prudente las inversiones necesarias para nuestra empresa, incluidas futuras líneas de negocio, que creemos producirán un valor increíble para Tesla y el mundo en transporte, energía y robótica”, añadió.
Tesla entregó 497.099 vehículos entre julio y septiembre, un 7% más que un año antes, y los ingresos del área de energía crecieron un 44%, hasta US$3.415 millones, gracias a un récord de 12,5 gigavatios hora de almacenamiento instalado.
Durante el trimestre, la empresa lanzó en Estados Unidos las versiones Standard del Model 3 y del Model Y, con un precio inferior al de las anteriores versiones más básicas, presentó el Model Y Performance y amplió su oferta en Asia con el Model YL de batalla extendida y seis plazas.
La compañía afirmó que mantiene sus planes para iniciar la producción en volumen del Cybercab, el Tesla Semi y el Megapack 3 en 2026, y continúa la instalación de las primeras líneas de su robot humanoide Optimus.